Es periodista y en 2011 fue la encargada de presentar la gala inaugural de presentación del nuevo Teatro Kursaal. Cinco años después volverá a estar presente en otra gala de este espacio cultural.
Será para celebrar su aniversario, pero lo vivirá desde otra perspectiva totalmente distinta. Ahora, Fadela Mohatar, lo hace como consejera de la Ciudad. Atiende a El Faro en el lugar más oportuno para ello, el salón de la segunda planta del edificio. “Inaugurar este teatro para mí fue una grandísima satisfacción”, cuenta.
–Cinco años, 170.000 espectadores y 300 funciones. ¿Cumplen estos resultados del teatro con las expectativas marcadas por la Consejería de Cultura?
–Las expectativas se han cubierto con creces y mucho más que cualquier pronóstico optimista que pudiéramos tener. Tiene unas capacidades y unas prestaciones técnicas de lo mejor que hay por lo que hemos podido atender todas esas propuestas que hemos tenido a nuestro alcance de una forma satisfactoria.
–Con Sara Baras Melilla se ha volcado por completo. ¿Qué le parece?
–Ha sido un auténtico lujo poder tener la primera figura en el ámbito nacional e internacional, considerada primera embajadora de la cultura española en el mundo. Es uno de los mejores espectáculos de los que hemos podido disfrutar, sin desmerecer a los que han estado en nuestra ciudad. Además ha sido de flamenco, que siempre ha constituido un signo muy representativo de la cultura de Melilla.
–¿Sienten que la ciudadanía responde a este tipo de propuestas culturales?
–Para nosotros el cómo responde la gente es un termómetro para saber qué tipo de espectáculos prefiere. Nos guía para completar la programación que podemos hacer el resto del año.
–¿Cuál es el camino que seguirá el Kursaal los próximos años?
–Seguir explotando estas alternativas artísticas y en general de este tipo de espectáculos. Dependiendo de la demanda. Esto que hemos traído para celebrar el aniversario del Kursaal han tenido afortunadamente una acogida impresionante. Tanto que yo siento una frustación porque hubo muchas personas que no pudieron tener una entrada, que se pusieron en contacto con la Consejería para protestar. La tecnología tiene que estar incorporada al sistema de acceso y así se hace con Ticketmaster. Pido a al gente un poco de paciencia.Cada persona podía comprar un máximo de ocho entradas en taquilla y seis por internet, pero si se ponen 50 personas a la vez...
–¿Se incentivarán actuaciones con éxito de ventas como la de Ainhoa Arteta, Sara Baras o Pasión Vega?
–Claro, tenemos que hacernos un mapa con lo que la gente prefiere, con qué ha respondido con mayor entusismo y ésto intentaremos enfocarlo en la programación.
–¿Es una seguridad de que pueden llegar a esta ciudad este tipo de actuaciones y no tener que salir fuera?
–Ojalá. Lo único es que la inversión económica es brutal, porque tenemos un transporte que nos encarece muchísimo. Son grandes espectáculos que tienen un caché bastante importante. Lo que no debemos es privar al menos una vez o dos veces al año pueda tener grandes y potentes espectáculos como en este caso hemos centrado en esta fiesta de cumpleaños del Teatro Kursaal.
–¿Qué siente al echar la vista atrás y recordar el inicio del teatro viéndolo ahora como consejera de Cultura?
–Mucha emoción. Para mí fue una carga de responsabilidad importante, porque era un día muy especial, pero también lo recuerdo con mucha emoción, con orgullo, porque es algo histórico. Ahora, cuando echo la vista atrás, y estamos preparando una gala para el día 29 de este mes tengo mucha emoción y, en cierto modo, es muy satisfactorio. La política en general tiene la parte fea, la burocrática, la de los problemas, pero ésta es muy gratificante.