Ambas asociaciones niegan que la obra ya no sea “tan perentoria”, como dijo el consejero de Medio Ambiente.
Tanto la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) como la Asociación de Comerciantes Acsemel consideran que el estado de Barrio Chino no ha mejorado tras la instalación de estructuras metálicas para controlar a los porteadores. Por lo tanto, rechazan las palabras del vicepresidente de la Ciudad y consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, que dijo el pasado miércoles que la reforma programada en este paso “ya no es tan perentoria”.
“La situación de inseguridad y de emergencia sigue siendo la misma. No ha cambiado nada con los barrotes que han puesto y tampoco hay menos gente”, opinan desde AUGC, haciendo referencia al hecho de que Quevedo aseguró que están valorando estas estructuras metálicas que la Delegación del Gobierno ha colocado en el paso con la intención de ordenar a los porteadores.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP), por su parte, considera que el problema está en que los políticos “no le dan importancia” a las fronteras y que dejan las cuestiones relacionadas con las mismas en “un tercer plano”.
Efecto pasillo
Por su parte, el presidente de Acsemel, Abdeselam Mohamed, asegura que el hecho de poner los barrotes genera un “efecto pasillo” entre los trabajadores que cargan con los fardos, por lo que puede ocurrir “una desgracia” si se producen repetidos choques entre los porteadores.
“Esta obra es una chapuza, estamos completamente en contra de lo que ha dicho Quevedo”, sentencia el representante comercial.
Desde AUGC, además, abogan por asfaltar la zona y aseguran que sigue habiendo carencia de efectivos en esta frontera. “La inseguridad y la falta de personal sigue siendo la misma”, comentan desde esta asociación, la más numerosa dentro del Instituto Armado.
Además, la organización de la Benemérita, tienen la impresión de que está intentando “pasar la patata caliente” al nuevo Gobierno central que entre y añaden, además, que con las lluvias, “la situación se ha agravado” en el paso, dadas las malas infraestructuras que dicen que hay.
Bultos entre barrotes
Además, tanto Acsemel como AUGC aseguran que los porteadores consiguen colar los bultos entre los barrotes que se han colocado, por lo que, según los comerciantes, la solución que ha tomado la Delegación del Gobierno ha hecho que las cosas vayan incluso a peor. “La reforma que han hecho no es acorde el movimiento de porteadores de este paso fronterizo”, comenta el presidente de Acsemel.
Por otra parte, desde la asociación de guardias civiles reiteran que apuestan por colocar una malla en lugar de los barrotes, dado que así, según ellos, se evitaría del todo que se produjeran adelantamientos con sus consecuentes conflictos.
“Hemos hecho una reforma inmediata para no cerrar”
Sobre el estado del puesto fronterizo de Barrio Chino opinó ayer mismo el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani que, en una entrevista en Onda Cero, aseguró que las estructuras metálicas que se han colocado en este lugar son una medida para evitar el cierre del mismo. “Es muy fácil pedir que se cierre el paso”, comentó el representante del Ejecutivo central sobre la petición de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que solicitó que se garantizase, ante todo, la seguridad de los agentes y los porteadores.
De hecho, El Barkani se mostró de acuerdo con esta última reflexión, a la que añadió que “la Ciudad Autónoma tiene un proyecto pendiente, una obra importante que permitirá dar agilidad y dignidad a la frontera de Barrio Chino”. “Los porteadores saldrán ganando si hay orden”, sentenció.