El equipo azul bate al naranja por 6-5 en un partido donde triunfó el trabajo en equipo
Con el himno de la UEFA Champions League de fondo, los dos equipos bajaron las escaleras del campo del Monte María Cristina para disputar una final muy reñida en la que sus jugadores lucharon hasta el final por lograr la ‘supercopa’. Los azules (Monte Mara) marcaban goles y los naranjas (Atlético Minero) les seguían de cerca. Estos segundos estuvieron a punto de remontar, pero finalmente la suerte se decantó por los chicos que vestían la equipación del color del mar y ganaron por un ajustado 6-5.
Fue una final de infarto porque todos quería hacerse con la gran copa. Pero lo más importante no fueron ni esos trofeos ni las medallas que se repartió la organización a los 60 participantes de este torneo. Lo destacado es que durante tres meses, los niños del Monte María Cristina han aprendido a chutar a portería mientras comprendían que hay que respetar a los compañeros.
Un equipo de monitores se ha volcado con estos 60 pequeños de entre 7 y 14 años para que conocieran cómo sacar una falta a la vez que entendían que hay que ser empático con el contrario.
Todos estos niños del Monte María Cristina han participado en un proyecto educativo diseñado por las hermanas de María Inmaculada, que tienen un centro de atención social en este barrio.
La hermana Mercedes Moraleda, la directora de esta institución, explicó ayer a El Faro que los pequeños llevan unos tres meses entrenando a fútbol gracias al compromiso de un grupo de jóvenes que hacen de ‘místers’ de forma voluntaria. El deporte es una forma de entretenerlos, pero también de enseñarles a convivir.
Todos los equipos tienen a niños de diferentes edades y también incluyen a chicas, por lo que es otra forma de educarles en igualdad.
Continuar con el proyecto
Ha costado mucho sacar adelante a los seis equipos y el proyecto. Moraleda incluso tuvo que ir a Madrid en busca de las equipaciones y traerlas en una maleta para que salieran baratas. El dinero para costear los materiales del proyecto ha salido de melillenses solidarios. Pero como el presupuesto no llegaba para todo, los porteros han tenido que utilizar la camiseta de sus jugadores.
Tras el partido de la gran final y el reparto de medallas, las hermanas celebraron con los niños un almuerzo e incluso tuvieron regalos para los mejores jugadores. El objetivo ahora es continuar con el proyecto lo que queda del curso.