La demandante solicita los dos meses de sueldo y el pago de las vacaciones que afirma que se le deben.
El Juzgado de lo Laboral de Melilla dejó ayer visto para sentencia el juicio en el que una mujer ha demandado a una empresa de Melilla, que gestiona un salón de juegos, por haberla despedido de su trabajo en 2012. La demandante, Ikram M., reclama al juez que declare improcedente el despido del que fue objeto en 2012.
Aparte de la improcedencia del despido, Ikram M. solicita que le sean abonados “los dos meses de sueldo” que le adeuda la empresa, así como el coste de las vacaciones que no pudo disfrutar y que la compañía aún le debe, según declaró la demandante a El Faro.
Proceso pendiente
Ikram M. indicó asimismo que hay todavía otro proceso pendiente contra la empresa demandada, consistente en la reclamación de las “horas extras” que afirma le debe la compañía para la que trabajó.
La demandante subrayó que tras su despido fue acusada por sus antiguos empleadores de haber sustraído dinero de una caja registradora del local donde trabajaba. En 2012 fue llevada a juicio penal por esta causa, proceso en el que resultó absuelta.
Ikram M. afirmó a El Faro que esa acusación era “falsa” y constituyó una maniobra de la empresa para dificultar la demanda laboral que ella pretendía presentar tras haber sido despedida.