La UD Melilla resolvía en la jornada de ayer “in extremis” y de manera unilateral la relación contractual con el anterior entrenador Fernando Currás.
Parece que la entidad azulina solucionaba una delicada papeleta al menos en lo referente a la situación federativa, ya que a falta de confirmación por parte del club, sobre las 14:00 horas era depositado en la Federación Melillense de Fútbol un talón con la cantidad referida al finiquito del preparador gallego en relación al contrato federativo que en su día se presentó en el ente federativo y cuya duración es de una temporada (2015-16).
De este modo, el club azulino podía diligenciar la licencia del nuevo técnico Carlos Granero aunque en principio parece que de manera provisional, ya que al parecer el citado cheque no se puede hacer efectivo hasta el próximo lunes. Así las cosas, todo apunta a que el entrenador valenciano podrá dirigir al equipo frente al CF Villanovense. Condición que habría sido exigida por el propio técnico para seguir vinculado al club con sede en la Explanada de Camellos.
Quien no sabía nada del tema era el propio Fernando Currás. El preparador gallego, ajeno a estos movimientos, sigue sin querer hacer declaraciones. Aunque lo que sí aseguró a este Diario es que lo que desea es que la UD Melilla gane este domingo y que ya habrá tiempo de hablar.