Ventura señala que es un asunto “de inmigración” y que no compete a la consejería que dirige.
El consejero de Bienestar Social del Gobierno melillense, Daniel Ventura, afirmó ayer en declaraciones a El Faro que los extranjeros presuntamente menores de edad que están a la espera de una prueba forense que lo confirme para ser admitidos en el centro de La Purísima permanecerán durante ese margen de tiempo a cargo de la Policía Nacional.
Ventura respondía de esta manera al diputado de Coalición por Melilla (CpM) Mohamed Ahmed, quien en una rueda de prensa inmediatamente anterior se había preguntado qué iba a pasar con esos jóvenes mientras se llevaban a cabo las pruebas que permitieran determinar su edad.
Inadmisión en La Purísima
El consejero de Bienestar Social había anunciado el pasado día 9 que La Purísima no acogería a menores extranjeros no acompañados (menas) si no estaba acreditado que realmente tuvieran menos de 18 años.
Ventura señaló ayer a este periódico que cuando es “evidente” que los chicos son menores de edad, se quedan directamente en el centro de La Purísima.
Sin embargo, añadió que “el problema es que aparecen jóvenes que se hacen pasar por menores” sin serlo. De acuerdo con el consejero, este hecho es “igual de peligroso” que si estuvieran en el centro “siendo adultos”.
El consejero explicó que las pruebas para determinar si los chicos están por encima o por debajo de los 18 años son practicadas en el hospital por un forense, que es quien “determina la edad de los jóvenes”. Asimismo, añadió que el tiempo habitual de espera para obtener el resultado de esas pruebas dura “unas 24 horas”.
El examen forense practicado consiste en “pruebas oseométricas”, es decir, la edad del joven se determinará mediante el análisis de su estructura ósea.
Ventura señaló que no se puede “tener a mayores en un centro de menores”. Asimismo, añadió que la Consejería de Bienestar Social no tiene la obligación de permitir la entrada en La Purísima a los jóvenes extranjeros que afirman tener menos de 18 años sin que existan pruebas de ello.
Responsabilidad de la Policía
Ventura resaltó que la consejería que dirige tiene entre sus funciones la protección “a todos los menores adolescentes en desarraigo” y que sufran “desprotección”. Sin embargo, subrayó que no le compete ocuparse de quienes están a la espera de la prueba oseométrica, responsabilidad que, según insistió, corresponde a la Policía Nacional, al ser un asunto “de inmigración”.
Ventura también respondió a CpM sobre los Educadores de calle. Desde la formación cepemista, Mohamed Ahmed había apuntado que ese plan para devolver a La Purísima a los menas que se encuentran mendigando en la calle debía ser una solución “integral” y no quedarse en algo “temporal”.
El consejero reconoció que “efectivamente” ha de ser un programa “integral” y aseguró que su idea es “mantenerlo”, pues lo considera “una forma positiva de tener contacto con los menores de la calle”. Anunció que se está “evaluando la memoria” y que la intención es sacar adelante “próximamente” ese plan integral.