El objetivo también de esta entidad es instalar estanterías en la nueva nave para tener más espacio
El Banco de Alimentos tiene un reto complicado para el 2016: aumentar el número de repartos entre sus beneficiarios para que los productos de primera necesidad lleguen a los ciudadanos con más frecuencia. Es una meta que emprende con ilusión y ganas la institución en la ciudad. Así lo aseguró ayer a El Faro, el presidente de esta ONG, Juan Paredes, que señaló que la semana pasada terminaron de ordenar y clasificar todos los alimentos donados por los melillenses en las campañas emprendidas esta Navidad.
Pero no hay tiempo que perder, afirmó Paredes, que señaló que ya se están organizando para recoger aún más alimentos de cara a los próximos meses. El objetivo es contar con un stock amplio no sólo para hacer esos repartos más a menudo, sino para contar con productos si los envíos de la Comunidad Económica Europea se retrasan, que es lo habitual.
Importancia de las estanterías
Ahora bien, para poder almacenar los alimentos necesarios para atender a los beneficiarios de esta ONG, debe tener más espacio en su nueva sede.
Paredes espera que en unas semanas se pueda contar ya con las estanterías que les permitirán almacenar los productos donados en vertical. Esto hará triplicar la capacidad de la nave.
Además, hace unas semanas que el Banco de Alimentos cuenta con unos congeladores y frigoríficos pequeños. Una empresa que los fabrica tuvo un accidente y estos electrodomésticos se dañaron. Como no servían para la venta, se los ofreció a esta ONG.
No tienen mucha capacidad y por lo tanto, aún no pueden recibir cargamentos de yogures o productos que necesiten frío. No obstante, esta Navidad recibieron donaciones de queso y embutidos y pudieron recogerlos porque contaban con estos frigoríficos. Esto les dio margen para buscar a los beneficiarios de estos alimentos.
La incorporación de congeladores en esta nave será un proyecto a largo plazo porque todo el dinero donado que recibe la institución se invierte en la compra de alimentos y por ello, habría que buscar una institución benéfica, por ejemplo, para que costeara su adquisición.
El trabajo no cesa
Por otro lado, el trabajo en esta ONG no cesa nunca. Acaban de terminar de clasificar los alimentos que recibieron de las campañas de Navidad y ahora continúan para conseguir el mayor número de productos para repartirlos en los próximos meses.
Paredes señaló que hay varias sedes del Banco de Alimentos de la península que están esperando para enviarles palés con varios productos. Entre ellos, Melilla recibirá legumbres, arroz y aceite. Este último es muy apreciando porque tiene un coste muy elevado y las familias en riesgo de exclusión a las que atiende la ONG no se pueden permitir su compra.
La leche es para el Banco de Alimentos de Melilla una necesidad. Siempre precisa de este producto y es de los que más intenta pedir porque la mayor parte de las familias beneficiarias de esta ayuda tienen niños pequeños.
Sin embargo, antes de recibir donaciones de leche, Paredes intenta planificar un poco su reparto porque es un alimento que caduca a los dos meses.
Número de beneficiarios
En cuanto al número de personas que recibe la ayuda de la ONG, son unos 10.000 beneficiarios ya que el Banco de Alimentos reparte a 5.000 y a otros tantos atiende Cruz Roja con los productos que llegan de la UE. En el 2015, hubo unas 100 personas más inscritas en esta institución.
El pasado año aumentó la cifra de beneficiarios, pero no hubo aluviones de demandas como en los años anteriores, explicó el presidente de la entidad en la ciudad.
Para el 2016, Paredes no espera muchos cambios. Afirmó que ha visto cómo familias salían de la ONG porque habían encontrado un trabajo gracias a los planes de empleo de la Administración. Sin embargo, indicó que la situación económica de todos estos ciudadanos no mejorará si no cambia el sistema económico y hay una creación real de trabajo.
La ONG recibe 20 toneladas más de alimentos que en el 2014
El presidente del Banco de Alimentos de Melilla, Juan Paredes, afirmó a El Faro que el 2015 fue un “muy buen año” en las donaciones que recibió esta institución. Sólo en la campaña de Navidad recaudaron 27 toneladas de productos, mientras que en el 2014, en esas mismas fechas, fueron ocho toneladas. Por ello, agradeció una vez más a los melillenses su colaboración.
Paredes explicó que la ONG recibió la ayuda de la Granja Agrícola, la Escuela de Arte, el Aula de Formación Permanente de la UGR y el colegio Enrique Soler. Además, fue en estas fiestas navideñas cuando el aeropuerto de la ciudad organizó una iniciativa para recoger alimentos. Fue la primera vez en la historia de AENA que se realizaba una campaña así. En concreto, se hicieron paquetes envuelto en papel de regalo por valor de 3 y 5 euros y los viajeros podían adquirirlos al bajar o al subir del avión.
Se superaron todas las expectativas porque duplicaron respecto a 2014 las donaciones de litros de leche y se recopilaron 200 litros de aceite. Esto permitió a los voluntarios hacer repartos en Navidad para que las familias tuvieran alimentos e incluso algún dulce para los niños porque los melillenses donaron turrones, bombones y bollería industrial. Por ello, Paredes insistió en que el 2015 fue un gran año.