Fuentes de la seguridad marroquí señalan que “hay tolerancia cero en los controles”.
Las autoridades marroquíes reforzaron ayer los controles de seguridad en las fronteras aéreas y terrestres del país como medida preventiva contra amenazas terroristas tras los últimos atentados que se han producido en París, Beirut y Bamako. Según informó ayer a Efe una fuente de seguridad marroquí, se dieron instrucciones para reforzar la vigilancia en todos los aeropuertos del país y en otros pasos fronterizos, así como intensificar el control de las personas y de mercancías. “Hay tolerancia cero en los controles”, explicó la fuente, la cual añadió que la consolidación de estas medidas de seguridad entran en el contexto internacional marcado por los recientes atentados causados en París, Beirut y Bamako. El diario marroquí ‘Al Masae’, por ejemplo, informó en su edición de ayer, de que se ha observado recientemente un aumento en el número de los agentes de diferentes cuerpos policiales en los aeropuertos de Casablanca y Marrakech, que a su vez ha supuesto una intensificación en el control de la identidad de los pasajeros. Por orden cronológico de los atentados más recientes, el primero tuvo lugar el pasado 12 de este mes, en el sur de Beirut, donde más de 40 personas perdieron la vida y otras 329 resultaron heridas debido a un doble ataque suicida. Un día después, el viernes 13, al menos 129 personas murieron (última cifra hasta la jornada de ayer) y más de 300 resultaron heridas en una serie de atentados perpetrados por el grupo terrorista Estado Islámico en distintos barrios del centro de París. Por último, el pasado viernes, un grupo de yihadistas atacó un hotel en la capital de Mali, Bamako, y causaron al menos 21 muertos (la mayoría turistas), entre ellos dos terroristas.
Arrestan a un preso marroquí en Segovia por captar yihadistas
La Policía Nacional de Madrid, en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, detuvieron ayer a un recluso en el Centro Penitenciario Segovia que, desde la cárcel, trataba de captar y adoctrinar internos para el DAESH con la intención de formarles en los ideales de la organización terrorista. Asimismo, se le acusa de un delito de amenazas, que hacía en nombre de Abu Bakr al-Baghdadi, máximo dirigente de este grupo criminal. El detenido, originario de Marruecos, y de 42 años de edad, cumple condena por delitos en el ámbito de la violencia de género y está considerado como una persona totalmente radicalizada. El arrestado dirigía fundamentalmente sus labores de captación y reclutamiento a internos cuyas condenas estaban a punto de finalizar. Esta detención se llevó a cabo en el marco de la operación ‘Khalya’, en la que fueron detenidas otras dos personas el pasado 26 de octubre por envío de cartas con amenazas. Estos dos arrestos también se produjeron en centros penitenciarios.