A la tumba del soldado de los milagros, Benito López Franco, el hermano Benito, acuden los melillenses con una devoción inusitada, tanto más en fecha como la de ayer, día de Todos los Santos.
Cumpliendo un año más la tradición autoimpuesta, sus familiares del zaragozano pueblo de Cetina, y otros afincados en Tarragona, acudieron al cementerio de la Purísima Concepción para visitar la sepultura. Su hermano José volvía a encabezar la delegación, acompañado en esta ocasión por varios sobrinos.
Este primero de noviembre hubo una novedad, y es que la Casa de Aragón en Melilla quiso rendir homenaje a Benito organizando una ofrenda floral junto a sus familiares. Este acto estaba previsto que se hubiera celebrado en 2014, pero al encontrarse José enfermo hubo de posponerse.
Como señaló el presidente de la entidad, Jesús Cantil, en esta relación tan especial de hermanamiento surgida a lo largo de las décadas entre dos tierras tan distantes, ellos, como aragoneses, querían estar presentes y que su familia supiera que Benito tiene un hueco en sus corazones. Cantil y José fueron los encargados de depositar la corona sobre la tumba de Benito, ya atestada de los ramos que los melillenses habían ido colocando previamente como muestra de la fe que le profesan. Luego se ofició un responso.
Aunque, según uno de los sobrinos de Benito, este año había menos afluencia de devotos, lo cierto es que durante todo el día no dejaron de acudir decenas de melillenses a depositar flores, pedirle solución a sus problemas, orar y dar las gracias. Benito López murió en extrañas circunstancias mientras hacía la mili en Melilla en 1950. Oficialmente se suicidó, pero con el tiempo se ha sabido que falleció por heridas quizá producto de una paliza. Un halo de leyenda y misterio rodea su historia desde entonces.Difuntos
Dos citas hay previstas para hoy lunes, Día de los Difuntos. La primera de ellas tendrá lugar a las 10:30 y consistirá en una ofrenda de coronas a personajes ilustres de la ciudad. Asistirán miembros de la Asamblea melillense encabezados por el presidente Juan José Imbroda, además del delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. Entre otras personas, se rendirá homenaje a las víctimas del polvorín en 1928, a las víctimas del accidente aéreo de 1998 y las víctimas del depósito de agua de 1997. A continuación, a las 12:00 se celebrará un acto militar con motivo del Día de los Difuntos al que también acudirá Imbroda.