"Lamento mucho esta situación. Creo que deberían dejarlo ya libre. Y si es verdad que ha sufrido malos tratos, se debe protestar”.
Con estas palabras hizo ayer mención el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, a la situación de Ali Aarras, un ciudadano nacido en Melilla pero de nacionalidad belga que cumple doce años de condena por Marruecos.
Imbroda aseguró que no tuvo oportunidad de hablar con el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, sobre este tema, pero afirmó que preguntará por este ciudadanos en una próxima conversación con él “para ver qué se puede hacer”.
El presidente de la Ciudad recordó que hace unos años defendió a Aarras y a otros dos ciudadanos para que no fueran extraditados a Marruecos. Sin embargo, en este caso concreto no se pudo impedir porque era nacional belga.