Se acerca la hora de la verdad y eso se nota en el vestuario. No solo en el de la UD Melilla, sino en el del Algeciras también. Ambos equipos ultiman su puesta de largo con las mismas sensaciones, la de comenzar con buen pie un campeonato que se presenta más exigente que los precedentes.
Las ganas y las buenas intenciones están ahí, pero al final será la pelota, que no entiende de sentimientos, la que dicte sentencia. Los azulinos afrontan el duelo ante un recién ascendido con el objetivo de sumar los tres primeros puntos, y para ello dispondrá de casi toda su artillería, aunque algunos de sus elementos están todavía lejos de su mejor forma.
El plantel melillista completó en la jornada de ayer una sesión liviana, más propia de los viernes, en la que tras el calentamiento y una serie de rondos, los jugadores desarrollaron una gama de evoluciones que acababan con centros desde las bandas y remates a portería. Posteriormente, los unionistas se dividieron en varios grupos para disputar una serie de partidos de fútbol tenis, como paso previo a la parte final de la sesión que consistió en un circuito de crioterapia.
Al igual que el día anterior, tanto Pedro Bolaños como David Vázquez completaron en su totalidad y trabajo de ayer; por lo que el medio centro madrileño formará parte de la convocatoria y casi con total seguridad del once inicial que se mida al conjunto andaluz. El central, en cambio, deberá esperar al menos una semana más a la espera de recibir el alta deportiva para poder competir.
Ademas de las consabidas ausencias del preparador físico Augusto Hoyo y del fisioterapueta Halee, ambos con la selección española de fútbol playa en Estonia, Sufian y Koeman tampoco se ejercitaron ayer. El centrocampista con unas molestias en el talón, y el delantero con un proceso de enfriamiento.
El equipo volverá a ejercitarse hoy a las 09:00 horas en una sesión en la que el técnico Fernando Currás podría mostrar algunas de las cartas que baraja para el estreno liguero.