El detenido, un marroquí de 22 años residente en Melilla, sufrió diversos cortes en las manos con cristales incrustados.
Un joven de 22 años de nacionalidad marroquí y residente en Melilla fue detenido en la madrugada del viernes por la Guardia Civil, después de que los agentes asistieran al joven de numerosos cortes que presentaba en las manos. En las heridas había restos de cristales. Al inspeccionar la zona, localizaron un vehículo que tenía todos los cristales rotos. Ante la evidencia, el joven confesó haber sido el autor de los destrozos.
Los agentes destinados en la frontera de Farhana atendieron al joven, puesto que de las heridas manaba abundante sangre. Una patrulla de Seguridad Ciudadana se desplazó al puesto fronterizo e inspeccionó los alrededores, localizando un turismo de matrícula nacional que presentaba numerosos daños. Todas las lunas habían sido fracturadas al igual que los faros y espejos retrovisores. Los guardias civiles también se percataron de la presencia de restos de sangre “recientes adheridos a la carrocería y en el interior” del coche.
Confesión
Ante la evidencia, el joven herido reconoció a los agentes de la Benemérita ser el causante de esos daños. Al parecer el motivo del destrozo se debe a “desavenencias personales” con el propietario del automóvil.
Los servicios sanitarios se personaron en el lugar. Allí atendieron al joven y lo trasladaron al servicio de Urgencias. Una vez curado de los cortes que presentaba el joven en ambas manos, “de pronóstico leve”, fue detenido por los agentes como supuesto autor de un delito de daños. Ayer pasó a disposición judicial, según informó el instituto armado en un comunicado.