Con la victoria ante el Guadix CF, el equipo que dirige Alejandro Ramos sigue vivo en la competición a falta de que el Atarfe no consiga salir victorioso del difícil compromiso que afrontará hoy ante el UD San Pedro.
En cualquier caso, el representante melillense en la tercera división sigue compitiendo con dignidad a pesar de lo complicado que tiene alcanzar el objetivo de la permanencia.
El partido no resultó vistoso a pesar del resultado. Faltó ritmo e intensidad, además de ocasiones claras de gol. Sien embargo, ambos equipos demostraron una enorme efectividad de cara al marco contrario. El Atlético impuso el ritmo que le convenía ya que las numerosas bajas con las que afrontaba el duelo y la merma física de algunos de los que jugaron, que lo hicieron infiltrados, no aconsejaba una batalla a cara de perro como venía ocurriendo en comparecencias anteriores.
El primer acto tuvo poca historia. Ambos equipos se dedicaron a intentar no cometer errores y ganar la partida en la parcela ancha en la que el juego apenas tenía continuidad. Así, la primera ocasión con cierto peligro llegaba pasado el ecuador de la primera parte en un disparo cruzado del accitano Cristiano, que el meta David despejaba tras pegar el cuero en un defensor.
El juego transcurría en el centro del campo hasta que pasada la media hora Joselu marcaba un auténtico golazo desde el semicírculo del área al enganchar una tremenda volea que se colaba por toda la escuadra del portal melillense. A pesar de contar con el marcador adverso los albiazules no se vinieron abajo. A falta de cuatro minutos para el intermedio, una jugada trenzada entre Yosef , Mohan y Jesús Puerto acababa con disparo de éste que se estrellaba en la cepa del palo izquierdo de la portería defendida por Álex, por lo que al descanso imperaba la victoria por la mínima del equipo de la Ciudad Episcopal.
Tras el paso por los vestuarios el Atlético pareció salir con una marcha más y suya fue la iniciativa. Así, al filo de la hora de partido, Riduan establecía la primera igualada en una buena jugada individual en la que a fuerza de voluntad se plantaba ante Álex al que batía de disparo cruzado a media altura.
El gol daba alas a los de Ramos y en la siguiente acción ofensiva Chiby enganchaba una volea que se marchaba fuera por poco tras un centro medido desde la derecha de Farid. El partido seguía teniendo un ritmo lento y sin ocasiones de cara a ninguna de las porterías hasta que llegaba el gol de la mañana en una acción en la que Darío veía al meta David adelantado y, desde unos cuarenta metros, conectaba un derechazo que se colaba como una exhalación en el portal albiazul adelantando de nuevo a la escuadra granadina.
Los melillenses, como ha venido ocurriendo a lo largo de la temporada, no daban su brazo a torcer y pronto obtendrían la recompensa. Riduan sacaba una falta lejana a pie cambiado desde el flanco derecho, Farid no llegaba al remate y la pelota se introducía en la portería andaluza ante un sorprendido Álex. De nuevo tablas en el marcador y con diez minutos todavía por delante.
El 3-2 pudo llegar a falta de tres minutos para cumplirse el tiempo reglamentario, pero la pelota se marchaba fuera tras una nueva indecisión del arquero visitante. Y cuando parecía que el reparto de puntos era inevitable, un balón colgado al área era despejado de puños por Álex a la vez que golpeaba con la pierna a Salah que acudía al remate. El árbitro, a instancias de su asistente, señalaba el punto fatídico y amonestaba al cancerbero accitano. Yosef tomaba la responsabilidad de ejecutar la pena máxima y con una tranquilidad pasmosa batía a Álex con un disparo ajustado al palo izquierdo para establecer el definitivo y agónico 3-2, que hace que la llama de la esperanza se mantenga viva al menos un día más.