Si hay una constante en los encuentros en el Javier Imbroda es la Peña Pitufilla, un grupo de amigos que lleva desde 1999 animando al Melilla BC.
Es innegable que la afición juega un papel importante en cualquier equipo y en cualquier disciplina deportiva. En el Baloncesto, evidentemente, no iba a ser menos y tampoco en el Melilla BC.
Desde hace ya 16 años un grupo de amigos y aficionados a este deporte son la constante en todos y cada uno de los partidos que juega el Decano en el Javier Imbroda.
Se trata de La Peña Pitufilla, que además de no parar de animar a los jugadores, pitar a los contrarios y tratar de distraer a éstos últimos en los tiros libres con los carteles de modelos, creó hace ya algunos años un premio que cada semana distingue al mejor jugador de la plantilla.
Luis Hamed, su presidente, habló ayer para El Faro sobre cómo ve esta eliminatoria, la temporada del equipo, los jugadores y la afición.
–Si hay una constante en el Javier Imbroda cuando juega el Melilla Baloncesto es sin duda La Peña Pitufilla. ¿Han preparado alguna sorpresa para el segundo partido de playoffs que disputa el equipo ante el Ourense el próximo martes?
–La verdad es que no. Estaremos allí como siempre animando y alentando a los jugadores, pero no hemos preparado nada. Quizá hagamos algo si vamos más adelante en las eliminatorias.
–¿Además de en el campo, cuando el equipo juega fuera se reúnen en algún sitio para seguir el partido? ¿Lo harán en esta ocasión ?
–Normalmente no lo hacemos y en esta ocasión tampoco. Cada uno verá o seguirá el partido como pueda. A veces es difícil ponernos de acuerdo y reunirnos todos para ir al campo...
–¿Cómo ha visto al equipo esta temporada?
–Con muchos altibajos, muy irregular. El equipo empezó muy bien, incluso fuimos primeros y eso nos daba esperanzas de que esta temporada estaríamos entre los cuatro primeros. Sin embargo, las coas comenzaron a torcerse y llegó la irregularidad.
–El presidente del Melilla Baloncesto confesaba ayer que all menos durante dos temporada el equipo no podrá ascender a la ACB por cuestiones económicas ¿Cómo afecta eso a la afición? y ¿puede ser la causa de que no acuda público al pabellón?
–Creo que sobre todo desmotiva. No pasar a la ACB crea indiferencia. Desde luego, esa falta de motivación es una de las causas, pero también tiene parte de culpa el equipo, que no transmite y eso, evidentemente se refleja en el aficionado.
Este año, a diferencia de anteriores, parece que ha cambiado un poco la cosa. Se veía al equipo comprometido y unido. Además, hay mucha calidad y por plantilla deberíamos estar más arriba de ese noveno puesto.
–¿Algún jugador que conecte más con la Peña Pitufilla?
–Sobre todo Wright. Es un jugador que transmite. Su entrega, su ambición, se pelea con el rival. Todo eso llega al aficionado. También Quique y personalmente Gattel, aunque debo reconocer que es muy irregular, pero cuando se implica transmite mucho.
En realidad toda la plantilla ha estado muy comprometida aunque los resultados no han acompañado, pero sin duda, este equipo lo tenía todo para enganchar a la afición.
–¿Y los jugadores que más han decepcionado?
–Sobre todo los dos extranjeros. Spencer ha estado entre dos aguas y Tsiaras empezó muy bien, pero después... Creo que a muchos jugadores les ha costado entrar en la dinámica del equipo
–¿Y de Pelayo?
–Este año ha disputado más minutos y sobre todo la segunda parte de la temporada lo ha hecho muy bien.
–¿La Peña Pitufilla apuesta por la cantera?
–Desde luego. Me gustaría que los diez jugadores fueran de Melilla. Sería ideal. Te identificas con lo tuyo, con lo que conoces y uno de aquí se va a implicar más que otro de fuera y desde luego lo va a dar todo en el campo.
–Por último ¿Cómo ve la eliminatoria y si el Melilla tiene posibilidades de pasar?
–El factor cancha va a ser un elemento clave. El COB tiene un gran equipo y también un gran entrenador, pero el Melilla es capaz de todo. Además, como club, creo que somos mejores que ellos y si jugamos en nuestro mejor nivel..., pero es difícil porque ellos han acabado muy bien la temporada.
Sin embargo, no hay que perder la esperanza. En baloncesto todo es posible y más en playoffs. Hay que salir mentalizados al 100% desde el primer minuto.