Un joven melillense, que responde a las iniciales A.R.P., aceptó ayer una condena de dos años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación, tras declararse culpable de haber agredido a un menor de edad su mochila y un teléfono móvil.
Además, tendrá que pagar una multa de 90 euros (un mes a razón de tres euros diarios) por una falta de lesiones y a pagar dos indemnizaciones de 370 euros y 90 euros más.
El acusado reconoció que cogió del cuello a su víctima y le propinó patadas y puñetazos hasta conseguir robarle la mochila que portaba con todas sus pertenencias en el interior, entre ellas, un teléfono móvil. Por los objetos sustraídos, el procesado fue condenado a una indemnización de 370 euros, mientras que por las lesiones que causó a la víctima la responsabilidad civil fue de 90 euros, según solicitó el Ministerio Fiscal en la vista de ayer.
Ahora la juez de lo Penal 2 dictará sentencia conforme al acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y el abogado defensor del joven procesado. Dado que éste reconoció su culpabilidad, no fue necesaria la declaración del propio menor, que estuvo en los pasillos acompañado de su madre, y de los dos policías nacionales que intervinieron en el incidente.