El Melilla desaprovechó una ocasión de oro para acariciar el cuarto puesto, de la clasificación.
Además de juego, a la UD Melilla le faltó ambición para superar a un rival como La Hoya Lorca al que le bastó hacer su partido para arañar un punto en su visita al Álvarez Claro. Los azulinos, muy desdibujados, no estuvieron al nivel de las últimas comparecencias en casa y gracias a que el conjunto lorquino no se decidiera a ir a por el partido antes, el punto puede darse hasta por bueno. Sobre todo si los resultados de la jornada acompañan como lo hicieron y eso vale para que las opciones sigan intactas. Eso sí, queda una jornada menos y los unionistas deberán afrontar tres de los cuatro partidos que restan lejos de su feudo.
Así las cosas, cuerpo técnico y plantel azulino deberían reflexionar y plantearse la manera de encarar los próximos envites una vez asegurada la permanencia. Apostar por un estilo 'amarrategui' no sería lo más conveniente ahora que la presión la tienen otros. Es verdad que los tan aludidos 50 puntos suponen un logro importante, pero no lo es menos que el equipo estaba confeccionado para ello. A partir de ahí queda por ver si el Melilla es capaz de aprovechar su cómoda situación en la tabla para ir a por todas y sumar el mayor número de puntos de los doce que quedan por disputarse. Luego, la competición pondrá a cada equipo en su sitio.
Ante La Hoya Lorca el equipo decepcionó. Parece que a los unionistas les puede las ganas de agradar a la afición cada vez que ésta se ha dado cita en mayor número en el municipal melillense independientemente de si la propuesta de los de Currás enamora o no. Quizá lo que pasa es que el Melilla juega demasiado pendiente del rival, y eso hace que los jugadores no terminen de soltarse. Eso o que no hay más cera que la que arde.
Defensa inédita
El técnico apostó por poner en liza una defensa inédita a lo largo del curso, y además, optó también por variar el esquema que venía utilizando en los últimos partidos. El resultado es el que todos vimos: un equipo nervioso, impreciso y desorientado. Con todo ello, tiene mucho mérito que el equipo tenga opciones reales de meter la cabeza entre los elegidos, aunque no cabe duda de que mucho tendrían que cambiar las cosas para se diera el caso. La igualdad en el grupo es tan manifiesta que todavía puede pasar cualquier cosa. No hay nada decidido ni por arriba ni por abajo en la clasificación, aunque a fuer de ser sinceros la cosa está más clara en la parte alta que en la baja.
La UD Melilla afronta ahora dos partidos lejos de casa ante rivales que pelean por salir de la zona de descenso, y lo hace con los deberes más que hechos. Eso no significa que los azulinos se jueguen menos, sino todo lo contrario. Es en esta situación cuando verdaderamente se ven las hechuras de los equipos. Unos para no caer en el infierno y otros para tocar la Gloria. Los norteafricanos debería saber manejar su situación en la tabla y jugar con la ansiedad de sus adversarios. Si es capaz de ello, tendrá mucho terreno ganado.
Currás recupera a dos piezas importantes, puede que a tres con la incorporación de Amarito al trabajo de grupo, para el duelo del domingo en tierras extremeñas ante el Arroyo CP. Un equipo que hasta ahora no se le ha dado bien y un campo donde cuenta sus visitas por derrotas. Las estadísticas están para romperlas y al Melilla se le presenta una oportunidad para hacerlo en el mejor momento.