La UD Melilla continua inmersa en una racha negativa en la que encadena cuatro jornadas sin ganar. Los azulinos sumaron ayer el segundo de los últimos doce puntos disputados, que le vale para acariciar prácticamente la permanencia, pero no para acercarse a la zona noble de la clasificación de la que ahora le separan cinco puntos.
El partido resultó igualado en un primer tiempo en el que el equipo azulino intentó llevar la iniciativa ante un rival que se adelantó a los dos minutos de juego y al que le bastó el orden táctico para mantener a raya a los locales. El segundo acto fue otra historia. El árbitro castellano leonés Germán Cid Camacho se convirtió en el auténtico protagonista de un choque en el que a pesar de la deportividad con la que se emplearon ambos equipos, enseñó tres cartulinas rojas y doce amarillas, dejando al conjunto local con nueve jugadores sobre el terreno de juego y con diez al visitante.
Lo peor del encuentro entre dos equipos necesitados para intentar alcanzar metas diferentes no fue el resultado en sí ni el juego espeso que caracterizó el duelo, sino los daños colaterales que vuelven a afectar al conjunto unionista de cara a los compromisos venideros en una fase clave del campeonato. A Mahanan y Pedro Conde les puede salir caro el haber sacado a pasear sus brazos en un momento inoportuno, mientras que Chota se perderá también el partido del próximo fin de semana ante el Marbella al acumular la quinta amarilla.
El guión inesperado con el que comenzaba el primer acto trastocaba los planes iniciales de Fernando Currás, quien apostaba por colocar a Hamin en el centro de la medular junto a David Sánchez y a Sufian en banda izquierda, dando entrada al canterano Pendu en el lateral izquierdo quien cumplía a la perfección con su cometido.
La Roda se adelantaba en el primer disparo que realizaba a puerta por mediación de Adrien. El jugador rodense veía adelantado a Álvaro y conectaba un disparo desde la zona de medios, pegado a la banda cercana a los banquillos, que se colaba en el portal unionista ante el asombro de los aficionados más puntuales, que acababan de tomar asiento en un graderío menos poblado de lo esperado a pesar de que el club aprovechaba el envite para festejar el 'Día del padre', facilitando el acceso a hijos y progenitores.
El gol visitante hacía ver el choque desde otra perspectiva. La Roda se envalentonaba y lo intentaba poco después con un disparo flojo de Adrien tras una dejada del peligroso Dani López, aunque en esta ocasión Álvaro no se dejaba sorprender.
La igualada pudo llegar al filo del primer cuarto de hora. Pendu enviaba un pelotazo en largo sobre Chota, que se adentraba en el área para conectar un zurdazo al que Salcedo respondía bien colocado en el palo corto enviando a saque de esquina. Precisamente a la salida de otro lanzamiento desde el banderín de córner pudo llegar el gol azulino. David Sánchez enviaba al segundo palo donde aparecía Mahanan, quien cabeceaba al punto de penalti donde Chota cedía el cuero a Sufian, pero el disparo del melillense se marchaba junto a la cepa del palo derecho de Salcedo. La última ocasión de la primera mitad llegaba en un magnífico remate con la testa de Chota al lanzamiento de una falta ejecutada por David Sánchez. El esférico se marchaba rozando la escuadra izquierda de la portería visitante, por lo que al descanso se llegaba con ventaja mínima para La Roda.
Tras el paso por los vestuarios Currás daba entrada a Pedro Conde en sustitución de Hamin, pero la apuesta le duraba muy poco. El delantero granadino tomaba de nuevo el camino a la caseta apenas diez minutos después al mostrarle el árbitro la roja directa al entender que el codo del jugador azulino impactaba sobre la cara de Garrido.
El Melilla, con un jugador menos, desplegaba su mejor juego y pronto vería la recompensa. David Sánchez sacaba una falta sobre Manolo, quien a pie cambiado colgaba un balón al segundo palo donde aparecía Nacho Aznar para, sobre la marcha, enviar de certero remate el cuero al fondo de las mallas visitantes.
Las continuas interrupciones hacían que el juego fuera fluido, pero una buena triangulación entre Nacho Aznar y Sufian acababa con un disparo desviado de éste. El partido se volvía loco y la pelota iba de un área a otra con demasiada frecuencia, aunque a base de pelotazos ante los que las defensas de ambos equipos se imponían a las delanteras.
Con ambos equipos con diez sobre el campo, los visitantes dispusieron de una buena oportunidad en un espectacular remate de cabeza de Dani López a centro desde la derecha de Ramón. El espigado delantero rojillo remataba totalmente solo en el punto de penalti enviando la pelota junto al palo derecho de Álvaro. Ya con el Melilla con uno menos por la expulsión de Mahanan, y en tiempo de prolongación, Fran Adeva, dentro del área, enganchaba un disparo cruzado que Álvaro García despejaba con dificultad y la zaga se encargaba de alejar el peligro.