El Gobierno local pretende dar un lavado profundo de cara a la Falda de Camellos, una emblemática zona verde de la ciudad que durante años se ha ido llenando de basura, con las consiguientes molestias para los vecinos, tanto para los que viven en la zona alta de esta ladera como para los que residen en la parte inferior.
El Ejecutivo ha procedido a firmar un convenio con el Ministerio de Defensa, propietario de estos terrenos, para despejar la zona de rastrojos, desperdicios y árboles muertos y crear una serie de senderos que conecten el barrio de La Victoria, en la parte alta, con el Tesorillo, ubicado a los pies de la ladera.
El presidente Juan José Imbroda y el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, visitaron ayer por la mañana la Falda de Camellos para comprobar en persona cómo se están desarrollando los trabajos para limpiar la ladera, labor de la que se está haciendo cargo la empresa Talher. Actualmente, se están retirando del lugar las últimas ramas y brozas. En cuanto haya concluido esta fase del proyecto, comenzará la construcción del camino.
El jefe del Ejecutivo explicó a los medios de comunicación que se trata de una vieja aspiración de los vecinos del barrio, que desde hace años “no ven el sol en sus casas”, a causa de que los eucaliptos que había en Falda de Camellos no dejaban pasar la luz.
“Hace unos años no se podía entrar en esta zona. Estaba llena de suciedad y había peligro de que se produjera un incendio”, señaló el presidente. A esto hay que añadir las continuas quejas de los habitantes del Tesorillo que viven al pie de la ladera, pues cada vez que hay lluvias o fuertes rachas de viento se suelen producir pequeños desprendimientos.
Dos hectáreas
Los trabajos se desarrollarán en una superficie aproximada de dos hectáreas. Para hacerse una idea, la Falda de Camellos abarca desde las escaleras de Calvo Sotelo hasta la Comandancia de la Guardia Civil. Durante la retirada de desperdicios se han recogido unas 25 toneladas de basura, así como unas 100 toneladas de ramas y brozas de todo tipo. La zona ya se encuentra prácticamente expedita y lista para que pueda comenzar la construcción de los senderos.
400.000 euros
Para el proyecto, el Ejecutivo local invertirá unos 400.000 euros. La obra cuenta con un plazo de ejecución de cuatro meses, pero todavía no ha salido a concurso público.
Imbroda estimó que los trabajos comenzarán en agosto, aproximadamente, y que la iniciativa estará lista antes de que concluya el año.
La idea es embellecer la zona por completo y crear tanto caminos para peatones como vías para vehículos, principalmente para mejorar la prestación de servicios públicos.
Además, Imbroda detalló que buena parte de la madera recogida en la ladera se utilizará para construir pasarelas y barandillas en los caminos, dando así al conjunto un aspecto completamente natural.
“Los vecinos van a agradecer muchísimo esta actuación del Gobierno local”, aseguró. “Además de mejorar por completo la zona, vamos a optimizar su calidad de vida. Se trata de una vieja aspiración del Ejecutivo que por fin se va a hacer realidad”, concluyó el presidente autonómico.