El presidente señaló en las jornadas de seguridad del PP que hay que “hacer pedagogía” para evitar la radicalización religiosa Pide medidas de aplicación estatal para frenar el fundamentalismo en España.
El presidente autonómico, Juan José Imbroda, fue en la jornada de ayer uno de los protagonistas de la mesa redonda sobre inmigración y yihadismo celebrada en las jornadas de seguridad del Partido Popular (PP). El máximo dirigente del Gobierno local estuvo acompañado por su homólogo ceutí, Juan Vivas; la secretaria general de Inmigración, Marina del Corral, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
Las declaraciones más importantes del presidente de Melilla se produjeron durante la segunda parte de su intervención, en la cual Imbroda se centró en la lucha contra el terrorismo yihadista. Así, explicó a los presentes que en Melilla el 40% de la población es de origen bereber y que el apellido más común es ‘Mohamed’. “La inmensa mayoría de los musulmanes de España no quieren el yihadismo”, aseguró. Eso sí, apuntó que este colectivo “tiene que despertar”.
En este sentido, reclamó políticas nacionales de aplicación en todo el territorio nacional, así como sacar a colación temas como la actuación de los imanes en las mezquitas o el uso del burka. “Hay que fomentar la integración basándose en los principios constitucionales”, afirmó. Asimismo, insistió en que se deben establecer iniciativas de carácter estatal. “Sobre el terreno, el combate es mucho más agrio”, añadió.
El despertar
“Hay que estar haciendo pedagogía continua”, abundó el presidente. En la misma línea, defendió que se debe producir un acercamiento hacia las asociaciones y comunidades musulmanas para que “también despierten” y no dejar al resto de instituciones solas en este debate contra el fundamentalismo.
“Tienen que acompañarnos, porque sus voces son más importantes que las nuestras, no puede quedarse atrás”, aseguró en alusión a estas organizaciones religiosas. “Sé que ellos tienen miedo y que los musulmanes son las principales víctimas del terrorismo, las estadísticas están ahí. También creo que lo que ha pasado (los atentados de París) ha supuesto un aldabonazo lo suficientemente importante como para que vayamos todos juntos a por ellos (los terroristas)”, recalcó.
En la misma línea, el máximo dirigente del Gobierno melillense insistió en que las asociaciones “tienen su parte de responsabilidad” en esta cuestión. “Nuestro país es abierto y acogedor, pero no queremos que se conviertan”, subrayó en alusión a la posible radicalización religiosa. “Debemos dar un mensaje único y que vaya calando”.
Como ejemplo a sus palabras, recalcó que la Ciudad Autónoma cuenta con el Instituto de las Culturas y con el Pacto Social, el cual fue rubricado “con el principal grupo de la oposición, que es de carácter étnico”, en referencia a CpM. “Hay que insistir en nuestro mensaje constitucional y en la laicidad. El rezo en los templos”, añadió.
Por último, apuntó que musulmán y terrorista “no son sinónimos” y “rompió una lanza” en favor de este colectivo. “Quieren vivir en paz. Hay que ayudarles y ellos nos tienen que ayudar a nosotros”, concluyó el presidente Imbroda.