El puesto fronterizo de Farhana no está recibiendo la atención que merece e incluso puede decirse que está “olvidado”. Es la opinión del Sindicato Unificado de Policía (SUP) y de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que en la jornada de ayer criticaron el estado en el que se encuentra esta infraestructura, el segundo paso entre Melilla y Marruecos más transitado, por detrás del de Beni Enzar.
El caso es que Farhana ha sido vista tradicionalmente como una frontera secundaria, transitada principalmente por residentes en la ciudad y vecinos marroquíes, al no haber en esta infraestructura una oficina para el sellado de pasaportes, como sí ocurre en Beni Enzar, por donde cruzan las personas que necesitan un visado.
Para el SUP, esta infraestructura se ha convertido en un “punto negro” de un tiempo a esta parte a causa de la falta de mejoras. El secretario general de este sindicato, Jesús Ruiz Barranco, manifestó ayer a El Faro que con el paso de los años el tráfico de personas y vehículos se ha incrementando exponencialmente en Farhana, mientras que las instalaciones siguen siendo prácticamente las mismas, a excepción de alguna novedad puntual que de poco ha servido para agilizar el tránsito fronterizo.
“Estamos algo molestos porque no se le está dando la importancia que merece”, recalcó el líder del SUP, quien manifestó que en las últimas semanas ha dirigido varios escritos a la Delegación del Gobierno para que se solucionen problemas como la falta de iluminación o la habitual presencia de perros que se cuelan desde Marruecos. Mientras que en el primer punto el sindicato obtuvo una respuesta favorable y se instalaron nuevas luces, todavía no se ha hecho nada con respecto a los animales que llegan desde el país vecino, algunos de los cuales tienen enfermedades como la sarna e incluso la rabia, según explicó Ruiz Barranco.
La frontera se ha quedado, en resumidas cuentas, “obsoleta”, habida cuenta de que el flujo de personas y coches crece a diario, lo que está provocando que la situación sea cada vez más “caótica”
“Ahora cruza muchísima gente en vehículo con mercancías, lo que se conoce como ‘comercio atípico’. Hay una gran cantidad de bicicletas y motos y los accesos son muy estrechos. Es un peligro para los agentes”, explicó.
Difícil acceso
Por poner ejemplo, destacó que la semana pasada un ciudadano marroquí sufrió un infarto al cruzar a Melilla y a la ambulancia le fue casi imposible acceder hasta la zona donde se encontraba el afectado. “Había una cola de coches increíble. Como de costumbre, adelantar era toda una odisea. La ambulancia tuvo que avanzar como si fuera un todo terreno para atender a esta persona”, señaló.
Contaminación
A todo esto hay que sumar los “grandes niveles de contaminación” a causa del constante tránsito de vehículos, algo que también ocurre en Beni Enzar, aunque allí la situación es peor porque de que el monóxido de carbono se acumula en la cubierta de chapa que hay en el control de seguridad del lado español, según denunció la UFP hace una semana y ayer mismo volvió a hacer la AUGC, tal y como publicó El Faro.
“Hay que destinar más recursos a Farhana. Si van a reordenar el tráfico en Beni Enzar, que hagan lo mismo en esta frontera. No entiendo por qué no destinan ni siquiera a Agentes de Movilidad de la Policía Local. Es indignante”, concluyó Ruiz Barranco.