El puesto fronterizo de Beni Enzar sorprendió ayer a los melillenses que pasaron el puente de la Asunción en Marruecos
con cuatro carriles de entrada a Melilla abiertos al tráfico y con más policías que en un día normal realizando labores de control de documentación. No hubo atascos y eso, en esta ciudad, es la mejor noticia que se puede dar.
Las obras de la frontera no estuvieron acabadas para el inicio de la Operación Paso del Estrecho, como se anunció en un primer momento, pero las segundas previsiones sí se han cumplido.
Aún queda trabajo por hacer en la remodelación del principal paso fronterizo, pero digamos que lo que de verdad importa a los melillenses ya está hecho: Hay cuatro carriles de entrada a la ciudad y dos de salida.
En apenas cinco meses, como se dijo, la adjudicataria de la obra de Beni Enzar, Acciona, ha desatascado la frontera con la apertura al tráfico de cuatro carriles justo en el puente más complicado del año en todas las carreteras españolas.
La Delegación del Gobierno había adelantado que los trabajos de remodelación del paso fronterizo de Beni Enzar estarían acabados para finales de este mes y la previsión va camino de cumplirse.
Desde que las obras empezaron el pasado 6 de marzo, los melillenses hemos sufrido el embotellamiento diario que no invitaba ni a entrar ni a salir de Melilla.
Ayer la frontera parecía otra pese a que en Marruecos sólo había un carril habilitado por sentido.
Los sindicatos policiales han advertido en muchas ocasiones de que de nada sirven los esfuerzos españoles si la parte marroquí no mueve ficha y abre más de un carril de entrada o salida.
Sin embargo, ayer los malos augurios quedaron aparcados. Desde la Unión Federal de Policía aplaudieron la apertura de los cuatro carriles para entrar en Melilla y también que los agentes de las Brigadas de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) echaran una mano en el control de documentación.
La frontera de Beni Enzar lucía ayer una imagen casi idílica. Se mantienen eso, sí, los conos New Jersey que esperemos sean sustituidos por tecnología punta para impedir la entrada de vehículos ‘kamikazes’ a la ciudad.
Pero todo se andará. El primer paso siempre es el más difícil de dar y ése ya se ha dado en Melilla. Las obras de la frontera de Beni Enzar están a punto de terminar definitivamente y para bien.