Los dos primeros intentos fueron a las seis y las siete de la mañana. El tercero a las 4 de la tarde l Uno de los grupos logró entrar rompiendo una de las puertas de la valla
Unos 750 inmigrantes trataron de entrar en Melilla ayer en tres intentos de salto por diferentes puntos de la valla. Alrededor de ochenta lograron finalmente su objetivo y fueron trasladados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Tras más de un mes de tranquilidad en la alambrada, con varios intentos frustrados de entrada, ayer un grupo de subsaharianos volvió a conseguir su objetivo.
El primer intento de salto se produjo alrededor de las seis de la mañana en la zona de la alambrada que hay entre los puestos fronterizos de Barrio Chino y Farhana, según informó la Delegación del Gobierno. Medio millar de inmigrantes, que previamente había sido visto por la Guardia Civil, se dividió en dos grupos cuando estaba cerca de la verja. Los dos grupos emprendieron entonces su camino en direcciones opuestas para tratar de rebasar la alambrada. Según indicó la Delegación, los hombres utilizaron “piedras y otro tipo de objetos” contra las Fuerzas de Seguridad marroquíes y españolas y consiguieron “sortear” a los agentes para acercarse al perímetro.
Una vez cerca de la valla, un grupo de unos 30 consiguió saltar la primera alambrada y acceder a la zona conocida como 'entrevallas'. Una vez allí, los subsaharianos, destronzaron las puertas interiores de la verja, siempre según el relato de la Delegación del Gobierno, y entraron en territorio español. Además, también utilizaron unas escaleras de madera “de fabricación artesanal” para conseguir pasar la primera verja, como hacían en 2005. Es la primera vez que los inmigrantes utilizan esta forma de entrada en nuestra ciudad, aunque hay que señalar que desde que se instaló la malla antitrepa, los métodos utilizados para conseguir saltar el vallado han ido cambiando.
Los treinta inmigrantes que consiguieron acceder a nuestra ciudad se dirigieron al grito de 'bosa, bosa' hacia el Centro de Estancia Temporal (CETI). El resto de los hombres del grupo de unos 500 que había intentado saltar la valla quedó controlado por el “dispositivo antintrusión” compuesto por agentes de la Comandancia de la Guardia Civil, unidades de refuerzo del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) y el helicóptero de la Benemérita encargado de la vigilancia fronteriza.
Segundo salto a la valla
Apenas una hora después del primer salto, en las inmediaciones del Río de Oro, otro grupo de unos 200 inmigrantes intentaba también pasar la alambrada. En un primer momento, ninguno consiguió entrar en nuestra ciudad, pero un grupo de medio centenar se quedó encaramado en la valla. Allí estuvieron subidos unas seis horas. A mediodía, los subsaharianos bajaron de la verja y fueron trasladados al CETI.
A primera hora de la tarde, alrededor de las 16:00 horas, un tercer grupo, de medio centenar, trató de saltar la valla en la zona de Beni Enzar. En este caso, la intervención de las fuerzas de seguridad marroquíes impidieron que los subsaharianos se acercaran a la alambrada.
Inmigrantes heridos
La Delegación del Gobierno informó, además, de que varios inmigrantes necesitaron asistencia sanitaria. De los subsaharianos que entraron en el primer salto, tres fueron trasladados al Hospital Comarcal. Uno tenía una herida en el cuero cabelludo que se hizo al caer desde la valla. En los otros dos casos, uno tenía una fractura en el tobillo y el otro fue atendido por “malestar general”.
El inmigrante con la herida en la cabeza fue dado de alta, tras comprobarse que estaba en buen estado. Otros tres, de los que estuvieron encaramados en la alambrada tras el segundo intento de entrada, también tuvieron que ser atendidos por la Cruz Roja. Presentaban cortes, magulladuras y uno de ellos, una fractura en la muñeca, además de síntomas de cansancio.
A pesar de que, según la Delegación, los subsaharianos lanzaron piedras y otros objetos a los agentes de la Guardia Civil, no se registró ningún herido entre los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Un guardia civil corta la hemorragia a un inmigrante con sus manos
Uno de los inmigrantes que logró entrar en nuestra ciudad en el primer salto de ayer, en el que se produjo entre Barrio Chino y Farhana, tenía una herida en el cuero cabelludo que le originó una “importante hemorragia”, según la Delegación del Gobierno. En ese momento y sin pensarlo dos veces, uno de los agentes de la Guardia Civil que estaba trabajando en el perímetro fronterizo, optó por cortar la pérdida de sangre con sus propias manos. Los servicios médicos que llegaron posteriormente destacaron la “buena actuación” del agente, que pudo evitar consecuencias peores para el inmigrante. El guardia civil continuó después trabajando en la misma zona. Cabe señalar, en este punto, que desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) han pedido información sobre cómo deben actuar cuando se produce un hecho como el de ayer, para evitar contagios de enfermedades como el ébola, la meningitis o el SIDA. La reacción de este agente ayer fue a la par que valiente, arriesgada.