Arrojan a la zona próxima al Barrio Chino incluso botellas en las que hacen sus necesidades.
La creación de un nuevo vallado fronterizo en Marruecos está teniendo una inesperada y desagradable consecuencia para los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españoles que operan en las proximidades del perímetro. Fuentes de la Guardia Civil informaron en la jornada de ayer a El Faro de que los obreros del país vecino encargados de esta construcción se están dedicando a verter en el espacio situado entre vallas todo tipo de desperdicios, incluidas botellas de plástico en las que hacen sus necesidades.
Así, los efectivos de la Benemérita se encuentran a diario con el espacio existente entre vallas lleno de elementos provenientes de la obra, como escombros y hierros, amén de las citadas botellas en las que los obreros miccionan al no tener a mano otro lugar donde hacerlo. Lo peor es que cuando los recipientes pasan al sol varios días acaban por pudrirse y se rompen si algún infortunado agente español los pisa sin darse cuenta.
Esto lleva produciéndose desde la semana pasada, especialmente en el tramo del vallado situado cerca del puesto del Barrio Chino, donde se está llevando a cabo la obra actualmente. El Faro consultó en la jornada de ayer a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) sobre este asunto y recalcaron que la situación supone tanto un riesgo para la salud de los agentes por posibles infecciones como un menoscabo de la seguridad en la zona, que para más inri ha sido objetivo de los inmigrantes en dos ocasiones durante la última semana para intentar acceder a Melilla de forma ilegal.
En cuanto a lo que supone para las condiciones laborales de los agentes, la AUGC señaló que se trata de algo “indigno”, además de un problema por los olores, la suciedad y el riesgo de contraer una infección. “Desde luego no es algo que cumpla con lo que señala la normativa de Riesgos Laborales”, apuntillaron desde esta organización.
En lo que a seguridad se refiere, destacaron que el espacio entre vallas debe estar completamente despejado por si es necesario llevar a cabo una intervención. Hay que recordar que en los asaltos al perímetro los efectivos españoles y marroquíes acceden a esta franja para intentar evitar que los subsaharianos logren entrar en Melilla.