Llevan sólo tres meses como asociación, pero no han querido esperar más para participar en las actividades que se organizan en la ciudad. El Club Vespa Melilla estuvo el pasado sábado en la comitiva que seguía a San Cristóbal por las calles del centro y El Real. La Cofradía del Flagelado emprendió esta iniciativa a la que se sumaron los amantes de las Vespas, de los coches clásicos y los Ángeles Guardianes.
El presidente del Club de Vespas, Carlos Castillo, explicó ayer a El Faro que el objetivo de la asociación es “hacer piña”. Un día creó un grupo en Facebook sobre estas clásicas motos y en pocos días tenía unos 150 seguidores. Por eso, decidió ‘legalizar’ a estos ‘enamorados’ de las Vespas. Hasta ahora son 35 los componentes de esta entidad y espera que se sumen más a lo largo de los próximos meses. Entre sus metas está desarrollar unos cursos o talleres de reciclaje de conducción y de mecánica para los usuarios de Vespas. Además, está planificando para agosto un fin de semana de convivencia en Rostrogordo.