La compañía encargada del mantenimiento de la valla asegura que la Guardia Civil ha abierto una investigación en torno al abandono en el perímetro fronterizo de restos de malla y palets de madera.
Pinos se encontrarán con rollos de malla antitrepa y palets de madera abandonados junto al perímetro fronterizo.
Desde la Delegación del Gobierno no tienen claro quién dejó estos residuos en la zona. De hecho, comentaron ayer a El Faro que podía haber sido Eulen, la empresa que se acaba de adjudicar por 2,09 millones de euros el contrato de mantenimiento de las instalaciones del perímetro fronterizo de Melilla.
En todo caso, la Delegación aseguró a El Faro que se había interesado al respecto y que les habían contestado que la empresa encargada de colocar la malla antitrepa, en cuanto termine los trabajos, haría una batida y recogería todos los residuos dejados a su paso.
Eulen dice que no es suyo
Desde Eulen explicaron ayer a El Faro que no les corresponde a ellos, como adjudicatarios del servicio de mantenimiento de la valla, recoger los restos de malla antitrepa y los palets de madera que han quedado abandonados en Los Pinos, junto a la valla, porque son residuos de la empresa que vino de la península a colocar la malla antitrepa y se marchó sin recogerlos.
No sólo Eulen asegura que la compañía encargada de colocar la malla antitrepa se ha ido ya de Melilla. El pasado 14 de junio la agencia EFE publicó que las labores de colocación de la malla antitrepa en la valla de Melilla habían concluido o estaban a punto de acabar.
Estos argumentos contrastan, como recogió El Faro, con las afirmaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que un día antes había asegurado que la colocación de la malla antitrepa en las vallas de Melilla y Ceuta terminaría antes de agosto.
Sólo por orden de Interior
Desde Eulen están tan convencidos de que no les corresponde a ellos recoger los restos de malla antitrepa que han quedado abandonados en Los Pinos. Ayer aseguraron a este periódico que sólo llevarán a cabo esa tarea si se lo pide el Ministerio del Interior.
Además, desde la concesionaria de las labores de mantenimiento de la valla añadieron a El Faro que la Guardia Civil ha abierto un expediente para investigar por qué han se han quedado en Los Pinos los residuos de malla antitrepa.
Por su parte, desde la Benemérita afirmaron ayer a este diario que no disponían de información sobre esta investigación que, de existir, correspondería al Seprona.
Más de 700.000€euros
Desde el Ministerio del Interior han explicado a El Faro que las tareas de colocación de la malla antitrepa en la valla de Melilla han costado 701.468 euros.
También subrayaron que todos los desperfectos que se produzcan en la malla correrán a cargo de la empresa encargada de las labores de mantenimiento.
Según aclararon, el coste de la reposición de la malla antitrepa, que suele romperse en ocasiones cuando se producen saltos a la valla, asciende a unos “miles de euros”.
Una práctica normal... en Melilla
Al responsable de Equo en Melilla, Manuel Soria, no le sorprendió encontrarse ayer con los restos de malla antitrepa y palets de madera durante un paseo por Los Pinos. “Abandonar los residuos es lo habitual en toda obra que se hace en Melilla”, comentó a El Faro.
Según explicó, las empresas incluso abren fosas en la tierra para esconder los residuos y luego las tapan. En Los Pinos, insistió, hay escombros por todas partes.
Y esa práctica suelen llevarla a cabo también los particulares en terrenos de su propiedad.
Éste es uno de los motivos por los que, según los datos de Equo, “el 25% de la superficie de Melilla está en franco deterioro”.
A Soria tampoco le sorprende que una empresa haya abandonado trozos de malla antitrepa junto a la valla porque “hasta la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha arreglado las riberas del río, cuando ha habido riadas, “y no se ha molestado en limpiar y ha mezclado su basura con la de los alrededores”, recalcó.
En general, el abandono de escombros ha provocado que en Melilla “el residuo y la tierra natural estén mezclados y acaben integrándose en el medio”, comentó.
Eso provoca que al escarbar en cualquier rincón, se encuentren restos de ladrillos, metales y cristales, entre otros.
Para ejemplificar que no sólo las empresas contaminan tirando residuos en cualquier parte de Melilla (especialmente en las zonas no urbanizadas), Soria recordó que la Dirección General de Carreteras abandonó unos trabajos que inició junto a la valla. “Desde la zona del aeropuerto hacia el CETI hay montículos y restos de obras abandonadas. Incluso hay camiones que van a ese sitio a echar vertidos”, subrayó.
Por eso, destacó que no le extraña encontrarse restos de malla antitrepa y palets de madera abandonados junto a la valla, en la zona de Los Pinos. “Da igual que las obras se hagan en la valla o en una rotonda, siempre ocurre lo mismo. Ahora mismo estoy sentado en un banco en Los Pinos y todo a mi alrededor está lleno de colillas y restos de cristales y ladrillos”, concluyó Manuel Soria.
Los ‘mejanis’ aprovechan los restos de malla
Las labores de colocación de la malla antitrepa no sólo han dejado restos abandonados en la zona de Los Pinos, sino también en la ‘tierra de nadie’ que colinda con la parte marroquí de la frontera. Sin embargo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del país vecino ya les han dado uso y han utilizado los trozos de malla para montarse habitáculos en los que se protegen del sol, sobre todo, en estos días calurosos de julio en los que la mayoría está ayunando en el mes sagrado del Ramadán. Desde Melilla pueden verse las ‘casetas’ que se han montado con plásticos, cañas y restos de la malla antitrepa. Colocarla en la valla ha costado a las arcas públicas españolas más de 700.000 euros.
Hay que recordar que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció el pasado 6 de marzo, durante su visita a Melilla que la malla antitrepa se instalaría a lo largo de 15.000 metros de alambrada del perímetro fronterizo de la ciudad. Antes de ese anuncio ya se habían colocado otros 950 metros en 2,5 kilómetros de la valla.
Desde la Delegación han destacado la eficacia de “la crucial malla antitrepa” para retrasar y obstaculizar los saltos de inmigrantes.