La normativa sobre las preguntas e interpelaciones, que deben ser registradas con unos cinco días de antelación, provocó que la sesión de ayer se antojara algo desactualizada.
La sesión plenaria de Control celebrada ayer por la mañana fue bastante atípica. Se pusieron sobre la mesa temas de rabiosa actualidad, como la situación que se vive en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) tras el último salto a la valla o el transporte marítimo. Sin embargo, se puede decir que el aluvión de acontecimientos que ha tenido lugar en Melilla desde que comenzó la semana ‘atropelló’ al debate plenario por completo.
Habitualmente, los grupos de la oposición presentan sus preguntas e interpelaciones con cinco días de antelación, aproximadamente, como marca el Reglamento. Este hecho provocó que, aunque se hablara del barco, ninguna cuestión estuviera directamente relacionada con el contrato de transporte marítimo que quedó desierto el pasado jueves. Tanto el Ejecutivo local como el resto de fuerzas de la Asamblea se pronunciaron sobre este asunto, aunque pasando de puntillas, pues ninguna pregunta hacía mención directa a esta cuestión. “Es lo que tiene registrarlas con tantos días de antelación”, reprochó el portavoz del Grupo Socialista, Gregorio Escobar, tras mantener un acalorado rifirrafe con la bancada del Grupo Popular.
Los cepemistas también preguntaron sobre el transporte marítimo, aunque haciendo referencia al ‘barco rápido’ y los servicios médicos en los buques de Acciona Trasmediterránea. El propio portavoz del Gobierno local, Daniel Conesa, reconoció en un turno de palabra que el debate había quedado un poco cojo a causa de que el concurso quedara desierto tan sólo un día antes de celebrarse el Pleno. Lo mismo ocurrió con una pregunta de PPL, en la que pedían información sobre el ‘barco rápido’. El portavoz del grupo, Julio Liarte, tras exponer su pregunta y con el tiempo de intervención casi agotado coló un “Mateo dimisión”.
Incluso todas las cuestiones sobre inmigración eran referentes a la situación previa al martes, cuando se produjo el último salto masivo a la valla, en el que entraron entre 400 y 500 subsaharianos. La primera interpelación de la mañana, de CpM, versaba sobre la ocupación en el CETI y la diputada Dunia Al Mansouri tuvo que puntualizar que la habían redactado el lunes, cuando había unas 1.900 personas en el CETI, mientras que a día de hoy hay unas 2.300, aproximadamente.
El tema que no hizo acto de presencia en ningún sentido fue, sin embargo, el más comentado en las calles de Melilla ayer por la mañana: La redada contra presuntos yihadistas desarrollada desde primera hora en La Cañada. Al igual que en los otros asuntos, al haberse registrado las preguntas con cinco días de antelación fue imposible pronunciarse sobre este tema, aunque fuera únicamente para pedir un mínimo de información al Ejecutivo local, habida cuenta de que la operación policial era completamente dependiente del Ministerio del Interior. Se puede decir que ayer la actualidad fue más rápida que el debate plenario.
Cinco horas de debate
Por lo demás, la sesión plenaria dejó unas cinco horas de debate y, como es habitual, un puñado de anuncios, mientras que el resto de temas ya habían sido machacados hasta la saciedad en el intercambio de declaraciones que mantienen a diario Gobierno autonómico y oposición en ruedas de prensa.
Paro, pobreza, menores extranjeros no acompañados (menas), los terrenos de Valenzuela o la implantación de un futuro campus universitario en la ciudad autónoma fueron algunos de los asuntos que se pusieron sobre mesa en la sesión de ayer.