Díaz asegura que la empresa les debe un mes de salario a todos los trabajadores, no sólo a los del CETI
El secretario general de la UGT en Melilla, Alonso Díaz, aseguró ayer que la situación que están viviendo los trabajadores de la empresa Serramar en nuestra ciudad es insostenible. Díaz criticó que los empleados sigan sin cobrar sus salarios puntualmente y aseguró que la empresa aún no les ha comunicado ni al sindicato ni a los vigilantes su intención de ceder la explotación del contrato del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), tal y como afirmó en El Faro el director de la empresa este martes.
Díaz lamentó la falta de transparencia de la empresa y aseguró que, en cualquier caso, aunque Serramar se marche del CETI, los problemas seguirán existiendo para el resto de empleados que tienen en otros servicios públicos en Melilla. El ugetista afirmó que los vigilantes del CETI son los que están sufriendo una situación “más penosa” por las circunstancias de sobreocupación en las que se encuentra el centro, pero reiteró que el resto de empleados de Serramar también tienen problemas que hay que solucionar.
En este punto, Díaz remarcó que el hecho de que Serramar deje el CETI no es una solución definitiva, porque seguiría habiendo empleados afectados en el Inem, el Imserso o la vigilancia de las obras del nuevo hospital. En total, más de cincuenta trabajadores a los que la empresa les adeuda un mes de salario.
El ugetista remarcó que ante esta situación tienen claro que seguirán adelante con la huelga del próximo 30 de mayo. Un paro que no sólo será para los vigilantes del CETI, sino para todos los empleados que Serramar tiene en nuestra ciudad. “Esperamos que esta vez la Delegación no boicotee el derecho a la huelga con unos servicios mínimos que obligan a trabajar a la práctica totalidad de la plantilla”, aseveró.
El líder de los ugetistas locales pidió a la Administración central que cese todos los contratos que tiene la empresa en nuestra ciudad y abogue por una adjudicataria que sea solvente y garantice el pago de los salarios a los trabajadores.
En cuanto a la decisión de Serramar de dejar el contrato del CETI, Díaz dudó de que realmente la empresa vaya a cumplir con su palabra. “Nos fiamos poco de lo que dicen”, apostilló. En cualquier caso, el secretario general de UGT apuntó que probablemente lo que quieran hacer es sacar el contrato a subasta para cedérselo al mejor postor. “Esperamos que el Ministerio de Empleo esté atento, porque no queremos que al final la única beneficiada sea Serramar”, insistió.
El líder de los ugetistas se refirió, además, a la delicada situación que están viviendo los vigilantes del CETI de nuestra ciudad. Díaz aseguró que ahora mismo serían necesarios al menos quince empleados más para hacer frente al aumento de ocupación de las instalaciones. El secretario general del sindicato indicó que no es “de recibo” que mientras que el centro se encuentra al cuádruple de su capacidad (con más de 2.100 inmigrantes, según Díaz), la plantilla de seguridad siga siendo prácticamente la misa. El ugetista lamentó que los vigilantes estén asumiendo funciones que no les corresponden. “No son ellos quienes tienen que decidir, por ejemplo, cuándo un inmigrante tiene que coger un taxi para ir al hospital o incluso atenderlos cuando se encuentran enfermos”, señaló.
Díaz señaló que está claro que el principal problema ahora mismo es que los empleados no están cobrando, pero insistió en que al margen de esto, tampoco puede consentirse el exceso de carga de trabajo que tienen. “Cada vez se les exige más y hay menos medios”, dijo. “Los recortes tienen que quedarse de puertas para fuera del CETI, no pueden llegar ahí dentro”, apostilló.
El secretario general de los ugetistas aseguró que si las cosas siguen como hasta ahora, el CETI acabará “yéndosele de las manos” a la Administración. Díaz insistió en que continuarán pidiendo una solución para los empleados, tanto de estas instalaciones, como del resto de localizaciones donde Serramar presta su servicios.