Las alumnas del Rusadir participan en un encuentro con las mayores del Centro de Día
Decía una canción de Mecano aquello de “no me mires, déjalo ya que aún no me he puesto el maquillaje” y así se sentían las mayores del Centro de Día antes de que las alumnas del Rusadir entraran por la puerta cargadas con sus maletines de sombras de ojos y sus productos de belleza. En un momento, sentaron a las mayores en cómodos sofás, sacaron sus pinceles y brochas y comenzaron a hacer desaparecer las arrugas, las líneas de expresión y las manchas del cutis de estas ‘abuelas’.
Unas 30 alumnas de los primeros cursos de formación profesional de Estética y de Peluquería participaron ayer en un encuentro intergeneracional con las mayores del Centro de Día. Esta actividad se realiza desde hace cinco años. La profesora María Herrojo presentó este proyecto en el instituto y desde entonces, todos los años coge a sus alumnas y se las lleva al Centro Social de Mayores para compartir una tarde de convivencia con las mujeres de esta institución.
La actividad va más allá de pintar y poner guapas a las ‘abuelas’. El objetivo del Rusadir es que las alumnas conozcan al colectivo de mayores y aprendan a atenderlas. La idea es que intercambien experiencias y eliminen los prejuicios que tienen sobre los otros. Así, las jóvenes se dan cuenta de la ‘marcha’, la energía y el buen humor de las mayores, y las mujeres de la tercera edad se dan cuenta de que hay chicas trabajadoras y estudiosas que desean aprender una profesión para tener un trabajo en un futuro.
Los consejos
Mientras que las mayores preguntan a las jóvenes si conocen a sus nietos que son de su misma edad, las chicas del Rusadir limpian sus caras, las maquillan y les ponen algo de sobra de ojos.
Las mujeres del Centro Social de Mayores aseguran que no hay nada mejor que sentarse en un sofá y que te masajeen las manos y luego te preparen las uñas. También muestran su mejor sonrisa cuando ven el efecto de una buena sesión de maquillaje. Aseguran que se eliminan arrugas y que les quitan años con los trucos a la hora de aplicar los coloretes y las sobras de ojos.
Las alumnas disfrutan porque las mayores se dejan hacer de todo y confían en ellas. Además, estas estudiantes les dan consejos sobre cómo sacar más partido a su belleza. Mejor la raya de la línea del ojo hacia arriba para algunas y algo de pintalabios claritos para otras.
Y entre sombras de ojos y lacas de uñas, las profesoras de los dos ciclos de formación profesional hicieron un sorteo. Tres melillenses del Centro Social de Mayores que participaban en la sesión de maquillaje y estética se llevaron a sus casas una crema de manos. Además, disfrutaron de una merienda que preparó el centro repleta de tartas y bizcochos.