Son las dos únicas certezas sobre la muerte de Emin y Pisly. Fallecieron el 27 de octubre de 2013 en Punta Negri.
Ésos son el día y el lugar de los hechos. Seis meses después continúa habiendo un impenetrable y tupido velo de silencio que oculta el resto de datos relacionados con el suceso. No sabemos qué ocurrió, cómo se sucedieron los acontecimientos ni por qué los miembros de la Marina Real de Marruecos decidieron disparar sobre los dos jóvenes melillenses.
Las preguntas que se vienen haciendo las familias de Emin y Pisly durante seis meses continúan en el aire, siguen sin respuestas. Al silencio de las autoridades del país vecino se suman esta semana las confusas contestaciones del Gobierno central a las cuestiones sobre el suceso planteadas en el Congreso por la diputada Irene Lozano (UPyD) y su compañero en el hemiciclo Antonio Gutiérrez (PP). A la primera el Ejecutivo le aseguró que el Ministerio de Asuntos Exteriores “ha estado en contacto desde el primer momento con los familiares de los fallecidos” y que el Consulado General de de España en Nador “ha prestado y sigue prestando a las familias asistencia consular y acompañamiento en el seguimiento del procedimiento judicial abierto”.
La respuesta al segundo diputado fue más escueta: El caso lo está investigando el Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla.
Los familiares consideran que, cuando menos, las explicaciones a la diputada upedista no son correctas. Afirman que no hablan con Exteriores desde el año pasado. Y están convencidos de que en el Consulado de Nador han recibido órdenes de Madrid para que no les atiendan más.
En cuando la investigación del Juzgado de Instrucción nº 2 (ó del nº1, al que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid ha remitido sus informes), es más que dudoso que pueda servir para esclarecer algo. En primer lugar, instruye un sumario por unos hechos ocurridos fuera de nuestro país, cuyos presuntos responsables son militares extranjeros, dicho suceso ya está siendo investigado por otro juez y además, según la legislación marroquí, corresponde juzgar lo ocurrido a un tribunal militar.
Y en segundo lugar, por si lo anterior fuera poco, algunas muestras enviadas por Marruecos a España, como las correspondientes a las heridas de bala que presentaban los cadáveres, “estaban manipuladas y desvirtuadas”, según explica la médico forense a los facultativos del Servicio de Criminalística del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Además, para más inri, el ritmo de trabajo de los expertos de este organismo, radicado en el madrileño municipio de Las Rozas, se asemeja al de sus compañeros marroquíes: Recibieron las muestras para su análisis el 14 de noviembre (menos de tres semanas después de los hechos) y firman su informe el 3 de marzo de 2014, casi cuatro meses más tarde.
El próximo lunes, mañana, los familiares y amigos de Emin y Pisly guardarán unos minutos de silencio. Quieren que sean seis, uno por cada mes que llevan esperando respuestas. Cada minuto que suman a su protesta y es motivo más de vergüenza para nuestro país.