Los profesores de tres centros afirman que sus alumnos no caben en clase.
Que hay muchos alumnos en los centros educativos es algo que llevan escuchando los melillenses desde hace años. Los sindicatos se manifestaron precisamente esta semana frente a la Dirección Provincial y al Palacio de la Asamblea para reclamar a la Administración la construcción de colegios e institutos para reducir el número de estudiantes por aula que hay en la actualidad. El mismo día el consejero de Fomento, Miguel Marín, presentó el proyecto por el que se van a habilitar cuatro clases en la Casas de la Juventud para el próximo curso. Pero, ¿qué opinan los profesores sobre estos temas? ¿Cómo trabajan en las aulas que supuestamente están atestadas de alumnos? Tres profesores de los colegios Pedro de Estopiñán, Juan Caro y España coinciden en una cosa: En sus aulas no caben más niños. También subrayan que la enseñanza individual no se puede hacer con 30 escolares en un aula.
La atención es difícil
La asamblea es una reunión que hacen los niños en Educación Infantil. Se sientan en la alfombra y escuchan las enseñanzas, los cuentos y las explicaciones de la profesora. Pero no hay sitio para más de 30 alumnos en estos espacios y resulta que éste es el mínimo de estudiantes que hay en las clases. Así lo asegura una profesora del colegio Pedro de Estopiñán.
Hacer una atención específica de cada alumno es imposible, aunque se cuente con la ayuda de los técnicos de Educación Infantil. En cuanto a los padres de sus estudiantes, esta maestra afirma que más o menos colaboran con ella en las actividades.
Muchos alumnos sin nivel
La profesora del colegio Juan Caro asegura que aunque suene reiterativo hay muchos alumnos por clase en su centro. Afirma que la Administración debería ser más sensible y reducir el número de estudiantes en el Juan Caro porque es un centro de difícil desempeño. ¿Qué significa esto? Pues que los alumnos proceden de familias con nivel socioeconómico muy bajo. Los niños tienen un nivel bajo de castellano y sus padres, en muchas ocasiones, ni si quiera saben español, por lo que toda la labor de enseñanza recae sobre el profesor.
Ni siente el apoyo de los padres y ni el de la Administración. Muchas familias llegan a las clases reclamando al maestro por los suspensos de sus hijos en lugar de buscar una solución para conseguir mejorar sus notas. Y en cuanto al Ministerio, esta profesora opina que no siempre encuentra recursos económicos para sustituir los materiales de clase, que no son eternos.
Al haber alumnos con retraso en el lenguaje, precisan de clases con los maestros especializados y estos apenas tienen tiempo para hacer sesiones específicas con ellos.
No hay hueco
La profesora de Infantil del colegio España asegura que en su clase no hay espacio físico para más alumnos. No caben más sillas ni mesas. Tanto es así, que si un niño tropieza, cae encima de otro estudiante o una mesa y no sobre el suelo.
La falta de espacio es un problema en una clase de Infantil. Si un adulto se siente incómodo en un lugar reducido, los niños pequeños que están en continuo movimiento, aún más. También se producen más conflictos entre ellos, pues uno le da con el codo a otro mientas dibuja y no hay un rincón en el que puedan jugar si ya han terminado su tarea. Con estas condiciones, es muy difícil desempeñar una labor educativa y mucho menos, atender de forma individualizada a los pequeños. Esto es lo que echa en falta esta profesora del España. Le gustaría tratar de forma más específica a sus estudiantes, pero tiene 30 en el aula y no hay tiempo para hacerlo.
Con los padres de sus alumnos no siempre puede contar. Muchos no saben castellano y ni tienen una idea de para qué sirve el colegio y qué pueden pedirle a esta institución. Pero cuentan con talleres de apoyo por las tardes que ayudan mucho a que los niños de Infantil aprendan castellano con más soltura. Esta profesora afirma que está muy contenta con los resultados que dan estas clases de apoyo. También resalta la figura del técnico de Educación Infantil que se ha contratado por parte de la Administración. Señala que ha sido una gran descarga de trabajo para ella porque hay otra persona que puede acompañar a los niños al baño mientras ella continúa con la clase. De esta forma, suman recursos a la atención de los pequeños.