César Cadaval, el más bajo del grupo Los Morancos, asegura que trae la alegría a los melillenses, único objetivo del espectáculo que representará en el Kursaal este fin de semana.
Los Morancos llegan este fin de semana a Melilla y con ellos, la alegría. Así lo aseguró ayer a El Faro César Cadaval, el más bajo de los dos hermanos, que destacó que están deseando de llegar a tierras africanas para entretener a los melillenses. No es la primera vez que vienen a la ciudad. Han estado antes y se llevaron tan buen recuerdo que no quisieron perder la oportunidad de compartir dos noches más con el público de Melilla.
‘En positivo 2’ es un espectáculo en el que se podrá ver a personajes que han marcado la carrera de Jorge y César, los dos humoristas de Los Morancos, como ‘Omaita’. Pero también se dará a conocer a otros nuevos que aportan más gracia al ‘show’ y permiten hablar de más temas actuales, la política y la crisis protagonizan sus chistes.
–¿El espectáculo surge por la crisis para torear los malos tiempos o les apetecía estar en el teatro ?
–Lo que tratamos con el espectáculo es animar a la gente. Por eso nace. Jorge ve el vaso medio vacío y yo medio lleno durante la función. Damos un repaso a todas las cuestiones que afectan en la actualidad al país e intentamos ver la parte positiva de todo. Hablamos de política, del paro, de la crisis... de todo un poco. A través de estos temas sale el espectáculo de tres actos. Se trata al fin y al cabo de trasmitir un poco de alegría. Mucha gente ha venido al camerino después de ver el espectáculo y nos han dicho que le hemos quitado hasta la ‘depre’. Esto te da fuerzas para seguir.
–¿Se sienten como una ONG repartiendo felicidad?
–No nos llamaría ONG. Pero lo cierto es que necesitas un psicólogo al lado para ver el telediario. Nosotros lo que damos son dos horas de risas y de humor. Mandamos un mensaje: No todo lo malo dura siempre.
–¿Es complicado para vosotros ser optimistas?
–Nosotros somos gente optimista. Y ahora con la crisis tan grande afectando al sector del espectáculo también intentamos ver el vaso medio lleno. Hay mucha gente entre el público que lo está pasando realmente mal y que no llega a fin de mes. A ellos queremos llegar con este mensaje para que vean las cosas de forma más optimista y de esta forma, se puedan enfrentar mejor a ellas. A nosotros nos afecta la crisis. Hay cada vez menos empresas que se dedican a contratarnos y por eso, somos los propios empresarios de nuestro espectáculo en muchas ocasiones.
–¿La crisis esta cambiando el mundo del humor?
–Está cambiando el mundo del espectáculo en general. Pasamos de pagar 8% de IVA a un 21% y eso no sólo fastidia al actor, sino también al espectador y a la Cultura. Pero hay que intentar verlo de otra manera. Si hay que ganar menos dinero, se hace, pero lo importante es seguir.
–En el espectáculo ‘En positivo 2’ hay nuevos personajes y otros conocidos por el público.
–Este espectáculo es más teatral que otros que hemos hechos. Salen personajes nuevos y otros conocidos por la gente. Este espectáculo es más nosotros y el público demanda que entren personajes, como ‘Omaita’ o ‘Antonia’, pero a partir de ahí conocerán a otros nuevos hacen el ‘show’ más divertido.
–¿Es un orgullo que la gente demande estos personajes?
–Mi madre me decía que pensaba que Omaita existía de verdad, igual que toda esa familia. Da mucha alegría que un personaje que has creado tengan tanta repercusión.
–¿Dónde, en quién o qué les inspira para crear sus espectáculos de teatro?
–Tenemos siempre un guionista que nos ayuda a confeccionar todo esto. Pero las ideas surgen en cualquier parte. Ahora estoy viajando y si veo algo que me hace gracia, lo anoto y cuando nos juntamos creamos esos personajes y el montaje. La mayoría los ideamos nosotros, aunque luego nos ayuden a marcar los textos.
–¿Qué debe tener un chiste para que lo incluyan en sus montajes humorísticos?
–Si un chiste me hace gracia, lo vemos sobre el escenario y lo intentamos incluir. Pero nosotros somos de improvisar mucho. Si se nos ocurre en el espectáculo un chiste y la gente se ríe y nos gusta, lo volvemos a utilizar. Los primeros que nos lo pasamos bien somos nosotros con este tipo de cosas.
–¿Intentan que el público participe en el espectáculo?
–A todo el mundo hay que meter en el espectáculo. Así que lo mismo le pedimos que cante algo o aprovechamos que alguien se levanta para ir al baño y le esperamos... Cada día es diferente en el teatro.
–¿Han cambiado la forma de hacer humor porque la gentes es más sensible a algunos temas que antes eran motivo de risa?
–Claro que sí. Nos hemos adaptado a los nuevos tiempos. Está Internet que nos ha marcado mucho. Hay muchas palabras anglosajonas y eso se refleja en los chistes. Pero también tenemos que ser conscientes de lo que habla la gente en la calle y lo que le preocupa para incluirlo en el espectáculo.
–No siempre es fácil llevarse bien con la familia aunque se comparta ADN, pero con parte de ella, ¿no es aún más complicado? ¿Cómo es compartir escenario con su hermano Jorge?
–Lo que pasa es que tenemos suerte porque además de ser hermanos somos amigos. Llevamos 35 años juntos como pareja en el escenario y nos conocemos tan bien que no comprendemos. Nos podemos pelear, pero a los cinco minutos volvemos a hablarnos, como en cualquier familia.
–Los personajes que llevan al teatro, ¿se parecen a sus formas de ser o eligen a los que no tienen ningún parecido con ustedes?
–Cada uno elige el que quiere. Pero a veces cambiamos, no con Omaita, pero sí con otros porque nos apetece
–¿Ha sido más complicado adaptar al teatro el espectáculo de Los Morancos que cuando lo hacen para la televisión?
–A nosotros nos encanta el teatro más que la televisión porque es más cercano. Y además la gente va exclusivamente a verte y eso es muy bonito. El público está ahí a tu lado. Además, es gente tan distinta, que es un nuevo espectáculo cada día.
–¿Cree que el sentido del humor de los españoles es diferente según la región en la que vivan?
–Hemos estado en Barcelona cuatro meses y ha estado lleno todos los días y lo mismo nos ha pasado en Sevilla. Se trata de ser profesionales en el espectáculo porque en cada sitio hablamos de un pueblo que queda cerca y que nos sirve para localizar los chistes o los comentarios. Cuando vayamos a Melilla hablaremos de allí y si estamos en Andalucía hablamos de las cosas de Málaga o de Sevilla. Pero no es diferente el sentido del humor.