Calcular el valor del edificio del Cine Teatro Perelló es complicado. El Faro ha hablado con varios expertos en la materia, que no se han puesto de acuerdo en fijar un precio, pero que han aportado su visión particular sobre la importancia y el valor histórico del edificio, que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Hace unos días la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, anunció que la Ciudad Autónoma tenía la intención de adquirir esta joya arquitectónica de Melilla, que en la actualidad es propiedad de la familia Navarro, por un coste de entre un millón y un millón y medio de euros.
Además, Treviño apuntó que la decisión venía motivada por los problemas estructurales y de mantenimiento existentes en el edificio y que junto con la Consejería de Infraestructuras la compra iba aparejada a una mejora del inmueble.
Ahora, preguntada por este diario sobre esas mejoras que la consejería estimaría oportunas, la consejera de Cultura ha aclarado que primero tendrían que entrar a valorar el estado en el que se encuentra a efectos técnicos, de sonido o de instalaciones.
"El Cine Perelló acaba de acogerse a las ayudas para salas de cine del Ministerio de Cultura,lo que les ha permitido renovar el sistema de sonido por una cantidad que ronda los 14.000 euros", recordó Treviño.
Por su parte, fuentes de la propia familia señalaron a El Faro que su precio era, de al menos, el doble. Unos cuatro millones de euros, teniendo en cuenta que posee un almacén de unos 600 metros cuadrados.
Dejando a un lado el valor artístico del edificio modernista, los Navarro no iban muy desencaminados. Este diario se ha puesto en contacto con distintas promotoras inmobiliarias de la ciudad para comprobar cuál es el verdadero precio del inmueble. Aunque sus dimensiones concretas no son exactas, fuentes de la familia Navarro estima que además del sótano de 600 metros, el resto de plantas del inmueble tendría alrededor de 1200 metros cuadrados.
En la agencia de propiedad inmobiliaria 'Melilla Urbana', su encargada Vanesa Aranda no se ha atrevido a señalar un coste concreto debido a su desconocimiento sobre el estado del mismo aunque sí ha detallado que se podría estimar, teniendo en cuenta la zona donde está ubicado. Según aclara, en el barrio del Industrial actualmente el precio del metro cuadrado es de 2300 euros.
Teniendo el cuenta esto, la oferta de Cultura a penas cubriría el valor del sótano. Sus 600 metros cuadrados tienen un coste en el mercado inmobiliario de más de 1.380.000 euros.
Tampoco se ha aventurado a decir una cifra el historiador melillense Antonio Bravo con el que ha hablado este diario.
El Cine Teatro Perelló
El Cine Teatro Perelló, según explicó Antonio Bravo, estaba proyectado para ser un edificio destinado a una actividad muy diferente a la que tiene hoy en día. Es una obra de finales de los años 20 que estaba pensada para ser un moderno edificio de garajes en varias plantas. Los coches subirían mediante un sistema de elevación, como en una especie de ascensor.
Finalmente, su primer propietario decidió construir uno de los espacios de moda en la época y así fue como surgió el cine Perelló. "El cine era uno de los principales atractivos de cualquier ciudad", recalcó Bravo.
Por aquella época, Melilla contaba con varios cines, el Monumental que es de principio de los años 30, o el Kursaal de finales de los 20 y principio de los 30, aclaró el historiador.
El Cine Teatro Perelló presenta un modernismo tardío. Un estilo arquitectónico que según explicó Antonio Bravo comienza siendo muy floral y acaba con formas geométricas. Precisamente en este edificio se mezcla el geometrismo con el art decó.
En el interior, el art decó está presente en una serie de detalles y en la estilización y geometrización de la decoración. Lo mismo ocurre con el suelo de baldosa hidráulica.
"El valor del edificio está fuera de toda duda, yo creo que la gente lo entiende", recalcó Bravo.
¿Qué es un bien de interés cultural?
Un Bien de Interés Cultural (BIC) es la máxima distinción que se le otorga a los bienes muebles, inmuebles e inmateriales que forman parte del patrimonio histórico de una ciudad y que por su relevancia social, histórica o por su singularidad necesiten una protección especial, según recoge la Ley de Patrimonio Histórico. Desde 1991 la competencia de declaraciones BIC la tienen las autonomías.
Dentro de los niveles de protección, existen tres modalidades: integral, estructural o ambiental. El Cine Perelló tiene la máxima protección, según explicó a El Faro la consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño. Un Bien de Interés Cultural Integral. Esto conlleva una conservación íntegra de los bienes y de todos sus elementos y componentes en un estado más próximo posible al original.
Un BIC puede ser un monumento como obras arquitectónicas o esculturas, un conjunto histórico, jardines, sitios históricos como parajes naturales vinculados a acontecimientos de la historia de un lugar o zonas arqueológicas.
Una vez declarado como Bien de Interés Cultural, la Administración de la Ciudad a la que pertenece está obligada a establecer una estrategia de protección para la conservación.
Un punto a tener en cuenta relativo al Cine Teatro Perelló es que la Ley establece que cualquier edificio, aunque pertenezca a un propietario, no puede venderse sin pedir permiso expreso a la administración, que además tiene la obligación de proteger su valor artístico o histórico.
¿Qué protección presentan?
Debido a esta protección legal, las obras de restauración, conservación, consolidación o de acondicionamiento están reguladas. Cualquier actuación de este tipo, según establece el Plan General de Melilla en esta materia deberá seguir unas normas contenidas en la Ley 16/1985 de 25 junio del Patrimonio Histórico Español y modificaciones posteriores.
Esto se traduce en que se necesita una autorización expresa para cualquier obra o modificación.
De esta manera, dependiendo del tipo de actuación que se lleve a cabo en el inmueble protegido se deberá, en primer lugar, documentar el proyecto justificando la intervención que se va a hacer. Además, no se podrán alterar los acabados del edificio originales y se tendrán que utilizar técnicas, texturas y colores similares a los originales.
En cuanto a las obras que se quieran realizar para acondicionar cualquier BIC, se exige un estudio previo sobre el estado del mismo. La norma obliga a conservar los elementos interiores que sean importantes. Una intervención que no fuera respetuosa con ello podría estar condicionada.
También está totalmente prohibido alterar la envolvente exterior del edificio si no es de forma coherente con la época, el estilo o la función del edificio y su entorno. Asimismo tampoco se permite modificar las condiciones originales en cuando a composición, volumen, materiales o elementos de interés que sean característicos del inmueble.
Si hablamos de demolición de inmuebles BIC, la licencia será prohibida salvo en caso de ruina inminente.
Por ahora, Elena Fernández Treviño asegura a El Faro que tanto la Consejería de Cultura como la de Infraestructura tienen que sentarse con los propietarios para llegar a un acuerdo antes del fin de la legislatura y de cara al próximo año. "Es uno de los edificios más bellos de la ciudad y forma parte de la memoria colectiva", recalca la consejería.
A mi me espanta que el edificio Cine Perelló acabe en un segundo caso como el Cine Monumental, cuyo precioso edificio e interiores fueron arruinados con la genial idea de aparcelarlo con locales cuyo nulo éxito es visible hoy.
Leído esta información yo creo que los propietarios deben pedir 10 millones