1.500 kilómetros de ensueño y aventuras

El Club Scorpio de Aventuras cerró su programación de excursiones 2013 con un recorrido por el desierto.

El Club Scorpio Aventuras de Melilla cierra un nuevo año con el éxito por bandera. Su programa de actividades y excursiones para 2013 ha estado salpicado de múltiples eventos, aunque sin duda, el viaje al desierto, que desde hace años realiza en el mes de diciembre coincidiendo con el puente de la Constitución y la Inmaculada, vuelve a llevarse la palma.  
La ruta de este año fue Merzouga - Maadid, un itinerario diferente al del año pasado, pero cuyo destino final es siempre el desierto.
El club explica que desde hace unos años se ha optado por cambiar los itinerarios “para hacer así las rutas más atractivas”.
Casi siempre son cuatro días de muchos kilómetros, horas en el coche y, sobre todo, muchas aventuras. En esta ocasión, la organización optó por comenzar visitando el célebre poblado de Khamilia, fundado por los hombres de piel negra  que procedían de Mali, Niger o Mauritania, generalmente esclavos, y que actualmente se ha hecho célebre por su música y sus cantos de origen centroafricano.
Tras la visita, la expedición partió atravesando un impresionante río de arena para hacer una visita a los nómadas de la región y entregarles una serie de presentes (ropa, juguetes, dinero). Allí fueron recibidos con la hospitalidad que caracteriza a esta gente, humilde pero a la vez orgullosa de sus costumbres.
El siguiente destino fue las faldas de las grandes dunas de Merzouga, donde esperaba a los viajeros una reata de dromedarios (92). Subidos en sus cabalgaduras partieron en caravana hacia el oasis de Oubira. Tras una media hora de travesía llegaron a su destino, donde un grupo folklórico bereber les esperaba con un exquisito té a la menta y unas sabrosas pastas.
Allí, alojados en haimas y a la sombra de los numerosos tamarices  y palmeras, no dudaron en dar buena cuenta de bocatas, refrescos y cervecita fría que hasta el lugar había trasladado personal de la organización.
Tres horas duró la estancia de los viajeros en este oasis y antes de emprender el camino de vuelta, alguno de ellos probó suerte con su capacidad física e intentó coronar una inmensa duna de unos 80 metros de altitud.
De regreso al hotel Kasbah Tombouctou, a los pequeños les esperaba una agradable sorpresa, ya que los Reyes Magos hicieron un alto en su camino para recoger de manos de los sorprendidos pequeños las cartas dirigidas a ellos. La velada se cerró con una gran fiesta para los mayores, organizada por el Club Scorpio.
La segunda jornada tenía como destino el hotel Kasbah Xaluca, aunque antes de llegar allí se hizo parada en las canteras de fósiles y se paseó por una antigua pista del París Dákar.
Tras la comida (buffet libre)en el hotel, algunos viajeros aprovecharon para descansar y otros se desplazaron hasta Erfoud, localidad muy cercana al hotel. Ya por la noche, cena, sorteo de regalos y tertulia muy animada.
El último día de excursión, la expedición madrugó y a las 8:00 horas emprendió el regreso hacia Melilla, aunque en esta ocasión haciendo el camino por Midel, Azrou e Ifrane. Fue una ruta algo más larga y diferente al viaje de ida, pero que ofreció a los aventureros (muchos de ellos peninsulares que participaban por primera vez en esta excursión) una visión diferente de Marruecos.
Este viaje de regreso a Melilla no registró ningún incidente y a pesar del cansancio de los participantes (fueron 1.500 kilómetros de recorrido), las ganas por realizar una próxima excursión estaban intactas.

Un brindis por el año que se va y también por 2014

El cierre de la programación de actividades del Club Scorpio Aventuras fue la tradicional copa de vino que desde hace años celebra el club para despedir el año y recibir al nuevo. Allí, socios, colaboradores y amigos se desearon lo mejor para el 2014. El presidente del Club Scorpio Aventuras,  Gregorio Hernández, agradeció a todos los presentes, así como a todos los que de una manera u otra colaboraron en 2013 al buen desarrollo de las actividades emprendidas.